Atención del Auxiliar de Enfermería al Paciente con Oxigenoterapia

Oxigenoterapia

La oxigenoterapia consiste en administrar oxígeno gaseoso (una mezcla de aire enriquecido con oxígeno) a un paciente para restablecer los niveles normales de oxígeno en la sangre. El oxígeno (O2) es un gas incoloro, inodoro, explosivo y altamente inflamable, por lo que su manejo requiere importantes medidas de seguridad.

La administración prolongada de oxígeno puro puede ser peligrosa, ya que puede causar daños en los pulmones y el cerebro, además de irritar las mucosas. Por esta razón, el uso de oxígeno puro está desaconsejado y es muy restringido.

Generalmente, se utiliza una mezcla gaseosa de aire enriquecido con oxígeno, es decir, con una concentración de O2 superior a la normal (más del 21 % de oxígeno). La concentración de O2 en la mezcla dependerá de la técnica de oxigenoterapia utilizada (catéter, mascarilla, gafas nasales, etc.).

La tasa normal de oxígeno en el aire atmosférico es del 21 %.

La oxigenoterapia está indicada para todas las personas que sufren hipoxia, acompañada o no de hipercapnia (retención de dióxido de carbono):

  • Asfixia.
  • Elevaciones a grandes alturas donde disminuye la presión parcial de O2.
  • Intoxicaciones por gases que bloquean la hematosis normal.
  • Insuficiencia respiratoria (bronquitis crónica, asma bronquial, EPOC, neumonía, etc.).
  • Lesiones del sistema nervioso central que afectan al centro regulador de la respiración (tumores, encefalitis, etc.).
  • Alteraciones en el transporte de oxígeno en sangre (grandes hemorragias, intoxicaciones por monóxido de carbono, etc.).

La hipercapnia es el aumento de la presión parcial de dióxido de carbono (PaCO2) en la sangre arterial, por encima de 45 mmHg (6,1 kPa).

Los objetivos de administrar oxígeno a los pacientes son facilitar el trabajo respiratorio en aquellos con patrones respiratorios alterados, tratar la hipoxemia para evitar el sufrimiento de los tejidos por la falta de oxígeno, y disminuir el esfuerzo del corazón para paliar esa falta de oxígeno.

La hipoxemia es una disminución anormal de la presión parcial de oxígeno en la sangre arterial por debajo de 80 mmHg.

Métodos de Administración de Oxígeno

Equipos de Oxigenoterapia

La administración de oxígeno, tanto en hospitales como en centros de salud, puede provenir de una central de oxígeno o de bombonas, cilindros o tanques de oxígeno. En la mayoría de los hospitales, existe una central de oxígeno. El oxígeno se almacena en esta central, ubicada fuera del edificio principal del hospital, y se distribuye a las habitaciones de los pacientes a través de tuberías que conectan con las tomas de oxígeno en las unidades de los pacientes.

A continuación, se describen los diferentes componentes de los equipos de oxigenoterapia:

  • Bombonas de oxígeno: Son cilindros de acero que contienen oxígeno a una presión superior a la atmosférica y a una temperatura de 21 °C. Existen diferentes tamaños, con capacidades que varían desde 150, 175 y 350 litros para las pequeñas, hasta 6,000 litros para las grandes. Las unidades de medida de la capacidad pueden ser litros (L), atmósferas de presión, mmHg o kg/cm².
  • Manómetro: Cada tanque está equipado con un manómetro, que mide la presión del oxígeno dentro de la bombona. Este dispositivo permite reducir y controlar la presión de salida del oxígeno. El manómetro consta de un reloj con una circunferencia graduada en litros, mmHg, atmósferas, kg/cm², etc., y una aguja que indica la presión actual en la bombona. A medida que el oxígeno se consume, la presión disminuye hasta igualarse con la presión atmosférica, momento en el cual deja de salir oxígeno de la bombona y debe recargarse.
  • Caudalímetro, manorreductor o flujómetro: Para aplicar oxígeno al paciente, se necesita un caudalímetro, que es una válvula que regula el flujo de salida del oxígeno, permitiendo controlar la cantidad de oxígeno que se administra por minuto. Se expresa en litros por minuto (L/min).
  • Sistema de humidificación: Al administrar oxígeno a los pacientes, es necesario proporcionarle el grado adecuado de humedad para evitar la irritación de las mucosas y posibles lesiones en los pulmones y el cerebro. Esto se logra haciendo pasar el oxígeno a través de un frasco cerrado que contiene agua destilada. El oxígeno fluye desde la bombona a través de un tubo hasta el interior del frasco, donde se introduce en el agua, humedeciéndose y produciendo un burbujeo constante. La tapa del frasco está perforada por dos tubos. Uno de ellos se introduce en el agua unos 7-10 cm y se conecta a la toma de oxígeno, mientras que el otro tubo se introduce en el frasco por un extremo, quedando 2-3 cm por encima del agua, y se conecta al dispositivo del paciente (cánula, mascarilla, etc.).

Dispositivos de Administración de Oxígeno

Existen diversos métodos para la administración de oxígeno, cada uno con sus características y aplicaciones específicas:

Sonda o Catéter Nasal

Es un tubo de goma o plástico flexible y transparente (sonda nasofaríngea) que mide aproximadamente 40 cm y tiene uno o varios orificios en los últimos 3 cm. La sonda se introduce por la fosa nasal hasta la orofaringe y se fija exteriormente con esparadrapo. Es importante vigilar su correcta posición y cambiarla cada 48 horas, alternando la fosa nasal en la que se coloca el catéter. Puede irritar la mucosa orofaríngea y no se usa mucho en la atención prehospitalaria. Las concentraciones de oxígeno que se pueden administrar son de hasta el 30-35 %.

Gafas Nasales o Cánulas Nasales

Son tubos similares a las sondas nasales, que administran oxígeno a ambas fosas nasales simultáneamente. El flujo de oxígeno administrado varía entre 1 y 5 litros por minuto. Aunque no llevan un dispositivo para regular la concentración de oxígeno y pueden resecar las mucosas, son cómodas para el paciente y permiten administrar oxígeno en concentraciones menores del 40 %. Para su mantenimiento, se debe establecer un plan de limpieza que incluya lavado con agua y jabón, seguido de un secado adecuado antes de volver a colocarlas.

Mascarillas Tipo Venturi o Ventimask

Estos dispositivos de plástico transparente tienen forma de cono y cubren la nariz, la boca y el mentón del paciente. Pueden tener varios orificios laterales para mezclar el oxígeno con el aire ambiental. Están disponibles en diferentes tamaños para niños y adultos. Cada mascarilla está diseñada para administrar una concentración específica de oxígeno, que puede variar entre el 24 % y el 40 %. Las más comunes permiten concentraciones del 24 % y el 28 %. La concentración de oxígeno se puede ajustar mediante un número (2, 4, 6, etc.), que indica los litros por minuto que se deben administrar. Estas mascarillas son de alto flujo y proporcionan concentraciones de oxígeno superiores a las conseguidas con la sonda nasal, aunque también se usan para concentraciones bajas de oxígeno. Pueden dificultar al paciente hablar, comer y beber. Cuando el paciente necesite comer, se reemplaza la mascarilla por gafas nasales y se le ayuda con la alimentación si es necesario.

Además, existen otros modelos en el mercado con características específicas:

  • Mascarilla facial simple.
  • Mascarilla con bolsa reservorio sin reciclado o con reciclado parcial: Para administrar concentraciones de oxígeno superiores, entre el 60 % y el 80 %.
  • Mascarilla de traqueotomía con adaptador de tubo en T.
  • Mascarilla oronasal de no reinhalación: Produce la concentración de oxígeno más alta (90-95 %), pero es poco utilizada en hospitales debido a su baja tolerancia por parte de los pacientes.

Tienda de Oxígeno

Este método se utiliza principalmente en niños que encuentran incómodo y difícil el uso de una mascarilla de oxígeno. También es útil para pacientes que necesitan concentraciones elevadas de oxígeno y no cooperan debido a inquietud. Las tiendas de oxígeno son estructuras de plástico transparente que crean un ambiente aislado donde el paciente respira.

Tubos Endotraqueales

Son probablemente el método más eficaz para administrar oxígeno, pero también el más traumático, ya que implica insertar un tubo en la tráquea del paciente utilizando un laringoscopio. Este método se emplea en situaciones extremas, cuando el paciente está inconsciente o sedado. Una vez fijado el tubo a la tráquea mediante neumotaponamiento, se puede conectar directamente al caudalímetro con un filtro, ventilar manualmente con un balón de resucitación (ambú) conectado al caudalímetro, o utilizar ventilación mecánica. El respirador mecánico reemplaza las funciones normales de la caja torácica y el diafragma.

VMNI

La intubación endotraqueal está siendo reemplazada en gran medida por la ventilación mecánica no invasiva (VMNI), que se realiza con mascarillas herméticas ajustadas a las vías respiratorias del paciente. La intubación es un factor de riesgo importante para las infecciones respiratorias.

Precauciones en la Oxigenoterapia

Es esencial seguir prácticas técnicas correctas para evitar accidentes. Las precauciones incluyen:

  • Prohibir fumar y manejar llamas cerca de la instalación y del paciente.
  • Colocar las botellas de oxígeno verticalmente y siempre en un portabotellas.
  • Comprobar la presión de oxígeno en las bombonas y tomas de la habitación.
  • Asegurarse de que el frasco humidificador contiene agua destilada hasta la marca indicada.
  • Verificar que no haya fugas en las tomas de oxígeno.
  • Asegurar la correcta colocación del sistema de oxígeno y evitar acodamientos.
  • Controlar la temperatura de la habitación, ya que temperaturas elevadas pueden aumentar la presión.
  • Verificar que la concentración de oxígeno, la humedad y el flujo son los prescritos.
  • Revisar frecuentemente la instalación.
  • Colocar al paciente en posición de Fowler, si no hay contraindicaciones, ya que es la posición ideal para este procedimiento.
  • Monitorear el estado de la piel del paciente.
  • Humedecer la cavidad oral del paciente para evitar la resequedad.
  • Revisar el estado de las fosas nasales del paciente.
  • Evitar el uso de productos a base de petróleo (como vaselina) al manipular a un paciente con oxigenoterapia, ya que son inflamables. Usar cremas o productos a base de agua para la lubricación y rehidratación de los conductos nasales secos, labios o nariz.
  • Administrar líquidos según la prescripción médica.
  • Vigilar de cerca a los recién nacidos y prematuros, comprobando frecuentemente el estado de las tiendas y campanas de oxígeno.

Recuerda que…

La oxigenoterapia es una medida terapéutica que implica la administración de oxígeno a concentraciones superiores a las que se encuentran en el aire ambiental, con el objetivo de tratar o prevenir los síntomas y manifestaciones de la hipoxia. El oxígeno utilizado en esta terapia se considera un fármaco en forma gaseosa, administrado por las vías aéreas.

Ventilación Mecánica

La ventilación mecánica (VM) se refiere a cualquier procedimiento respiratorio que emplea un dispositivo, comúnmente llamado respirador, para introducir aire en los pulmones.

Los métodos para incrementar la ventilación alveolar se dividen en dos grandes grupos, dependiendo de cómo se accede a la vía aérea. Se habla de Ventilación Mecánica Invasiva (VMI) cuando se accede al interior de la vía aérea de forma artificial, mediante la intubación endotraqueal, y de Ventilación Mecánica No Invasiva (VMNI) cuando se utilizan mascarillas nasales o faciales en lugar de un tubo endotraqueal.

Ventilación Mecánica Invasiva (VMI)

La asfixia se produce por la falta de aire (oxígeno) en los pulmones, ya sea por la imposibilidad de que el aire llegue a los alvéolos pulmonares (obstrucción de las vías respiratorias) o por la falta de movimientos respiratorios de la caja torácica.

En estos casos, el respirador sustituye las funciones que normalmente realizaría la caja torácica (costillas, músculos respiratorios, etc.) y el diafragma. Hay dos tipos básicos de respiradores:

  • Respiradores de presión o manométricos: Estos dispositivos permiten regular solo la presión de insuflación y requieren una estrecha vigilancia del paciente. Generalmente se usan por periodos cortos y rara vez para la reanimación.
  • Respiradores de volumen o volumétricos: Estos dispositivos permiten regular la presión de insuflación, la frecuencia respiratoria por minuto, el volumen corriente, el porcentaje de oxígeno y la relación inspiración-espiración. Son fáciles de ajustar y no requieren una vigilancia tan estrecha como los respiradores de presión. Se utilizan principalmente en la reanimación respiratoria.

Cuidados del paciente intubado:

  • Facilitar la higiene bucal y nasal del paciente frecuentemente (cada 2-3 horas) debido a que la cavidad bucal es una fuente primaria de infección.
  • Cambiar los sistemas según el protocolo de la unidad. Generalmente, los humidificadores se cambian cada 24 horas y los tubos corrugados cada 48 horas.

Ventilación Mecánica No Invasiva (VMNI)

La Ventilación Mecánica No Invasiva (VMNI) se ha utilizado regularmente desde mediados del siglo XX, pero se popularizó en la década de los ochenta, especialmente para tratamientos domiciliarios y en emergencias prehospitalarias y hospitalarias. El aumento en su uso se debe a la mejora en la fabricación de mascarillas de silicona y a la disminución de complicaciones en comparación con la VMI.

Ventajas de la VMNI:

  • Suele ser mejor tolerada por el paciente.
  • Generalmente no requiere sedación.
  • Su uso es más rápido, seguro y menos traumático.
  • El proceso de retirar la ventilación (destete) es más rápido y seguro.
  • Permite la tos y la eliminación de secreciones.
  • Permite que el paciente siga utilizando su propia musculatura respiratoria.
  • Evita complicaciones asociadas a la intubación traqueal, como lesiones, neumonías nosocomiales y barotraumatismos.

Contraindicaciones de la VMNI

  • Estado de coma.
  • Paro cardiorrespiratorio (PCR).
  • Vómitos.
  • Alteraciones hemodinámicas graves.

Presión Positiva Continua en la Vía Aérea (CPAP)

La CPAP (Continuous Positive Airway Pressure) aplica una presión constante en la vía aérea durante la inspiración y la espiración, manteniéndola por encima de la presión atmosférica. Esto permite mantener los alvéolos abiertos y mejorar la oxigenación. La presión positiva durante la inspiración (IPAP) se iguala a la presión positiva al final de la espiración (PEEP), logrando reclutar los alvéolos colapsados.

Nota: La CPAP es conocida por mejorar la oxigenación en los primeros minutos de tratamiento y es considerada como una forma de ventilación menos traumática y más fisiológica. El método más comúnmente usado es el CPAP de flujo libre, conocido como Método Boussignac.

Ventilación con Presión de Soporte (PSV)

En este método, el respirador proporciona una presión inspiratoria ajustada a un valor específico, mientras que la espiración ocurre a presión atmosférica. Dentro de los sistemas de PSV, el más conocido y utilizado es la Presión de Soporte Bilevel (BIPAP). En la BIPAP, se aplica una presión durante la inspiración (IPAP) y una menor durante la espiración (EPAP), añadiendo así una presión al final de la espiración (PEEP).

La VMNI, en cualquiera de sus variantes, ha demostrado ser una alternativa eficaz para tratar muchos trastornos respiratorios que antes requerían intubación orotraqueal y conexión a ventilación mecánica, con todos los efectos secundarios que esto implicaba.

Indicaciones Principales de la VMNI

  • Insuficiencia respiratoria aguda (IRA) hipercápnica y/o hipoxémica: exacerbaciones de EPOC, edema pulmonar cardiogénico, crisis asmáticas, bronquiectasias, síndrome de distrés respiratorio agudo, deformidades de la caja torácica, trastornos neuromusculares (miastenia gravis, distrofias, etc.).
  • Insuficiencia respiratoria crónica hipercápnica, EPOC, asma, fibrosis quística.
  • Síndrome de apnea obstructiva del sueño.
  • Síndromes de hipoventilación alveolar por afectación del sistema nervioso central.
  • Apoyo para el destete del respirador tras la ventilación mecánica invasiva.

Vías Aéreas Artificiales: Intubación Endotraqueal y Traqueostomías

El papel de los Técnicos en Cuidados Auxiliares de Enfermería con respecto a estas vías artificiales de oxigenación se limita a conocer los procedimientos y sistemas para garantizar la movilización segura de los pacientes. Además, pueden ser requeridos para asistir al médico durante los procedimientos, como colocar al paciente en la posición de Roser (para mantener el cuello en hiperextensión) durante la intubación, controlar la seguridad del paciente y proporcionar la ayuda necesaria al facultativo.

Intubación Endotraqueal

La intubación endotraqueal es el método más eficaz para aislar una vía aérea comprometida y es la técnica de elección en situaciones donde la vida del paciente está en peligro.

Existen tres tipos de intubación:

  • Intubación Orotraqueal: Es la más común y se realiza con la ayuda de un laringoscopio y un tubo endotraqueal con neumotaponamiento del tamaño adecuado (n.º 8 para mujeres y n.º 8,5 para hombres).
  • Intubación Nasotraqueal: Se utiliza en pacientes con sospecha de lesión cervical, fractura mandibular, o cuando la intubación orotraqueal no es posible. Los tubos utilizados son de menor diámetro (n.º 7 o 7,5), y la mucosa nasal debe ser irrigada previamente con una solución anestésica y vasoconstrictora para evitar epistaxis.
  • Intubación con Transiluminación: Este método utiliza una luz brillante introducida en la vía aérea superior que puede ser percibida a través de los tejidos del cuello cuando está en la laringe o tráquea. Esto guía la punta del tubo a través de la glotis sin necesidad de visualizar directamente las cuerdas vocales. Se conoce como el «método visual indirecto».

Otras Técnicas

Cuando la intubación no es posible, se utilizan otras técnicas:

  • Punción Cricotiroidea: Se realiza una punción con un angiocáteter a través de la membrana cricotiroidea. Esta técnica requiere conexiones especiales para asegurar una oxigenación de alta presión.
  • Cricotirotomía: En situaciones extremas, se utiliza un sistema que realiza una incisión de 1 cm sobre el cartílago cricoides. Se introduce el mango del bisturí girándolo posteriormente 90º para introducir la cánula de traqueotomía.

Procedimiento de Intubación

Material Necesario

  • Tubo nasotraqueal u orotraqueal.
  • Fiador.
  • Anestésico en aerosol.
  • Laringoscopio con palas curvas (Macintosh) de diferentes tamaños.
    • Nota: También existen otros tipos de laringoscopios según la forma de la hoja: recta (Jackson o Wisconsin) y recta con punta curva (Miller).
  • Pinzas de Magill.
  • Equipo de aspiración y material de aspiración según protocolo, utilizando sondas de aspiración de grueso calibre.
  • Jeringas y agujas.
  • Medicamentos para sedación y relajación.
  • Esparadrapo para fijar el tubo a la piel.
  • Sistema de protección antiescaras.

Procedimiento

  1. Colocar al paciente en decúbito supino con la cabeza en hiperextensión (posición de Roser).
  2. Aplicar lubricante en los primeros 4 cm del tubo.
  3. Introducir el laringoscopio en la cavidad bucal por el lado derecho con la mano izquierda, desplazando la lengua hacia el lado derecho y alcanzando el pliegue gloso-epiglótico con el extremo de la pala.
  4. Elevar el laringoscopio de manera perpendicular, desplazando hacia arriba el maxilar inferior para visualizar las cuerdas vocales.
  5. Introducir el tubo a través de la glotis y la tráquea, avanzándolo unos 5 cm más allá de la laringe para finalizar la intubación.
  6. Antes de introducir el tubo, asegurarse de que el balón distal no tenga pérdidas insuflándole aire y retirándolo posteriormente para introducir el tubo con el fiador.
  7. Una vez colocado el tubo, inflar el balón con la cantidad mínima de aire que permita una obstrucción efectiva (controlar la presión del balón con un manómetro) y conectar a ventilación mecánica u otro sistema de ventilación.
  8. Sin mover el tubo de su posición inicial, hacer una marca a la altura de la comisura de los labios y fijarlo con esparadrapo.
  9. Una vez establecida la técnica e instaurada la ventilación, registrar todo el proceso, incluyendo la modalidad de ventilación, los parámetros respiratorios y cualquier incidencia.
  10. Si el paciente está consciente, tranquilizarlo y explicarle la imposibilidad temporal de comunicarse verbalmente.

Estos pasos aseguran que el procedimiento de intubación se realice de manera segura y eficaz, garantizando la estabilidad del paciente.

Traqueotomía

La traqueotomía es una técnica quirúrgica en la que se crea un orificio entre el segundo y tercer anillo traqueal para permitir el paso de aire entre la tráquea y el exterior mediante una cánula, facilitando la respiración.

Indicaciones

La traqueotomía se realiza en casos de grave perturbación de la función ventilatoria para asegurar la entrada de aire en el árbol traqueobronquial. Estas perturbaciones pueden ser causadas por:

  • Obstrucción respiratoria en la orofaringe, laringe o tráquea, debido a:
    • Edema local (causado por infección, alergia o reacción a tóxicos).
    • Traumatismos.
    • Tumores.
    • Malformaciones.
    • Disfunciones neurológicas.
    • Cuerpos extraños.
  • Intubación prolongada.
  • Retención de secreciones que requiere aspiraciones frecuentes y provoca neumonías recurrentes.
  • Reducción del espacio muerto en casos de insuficiencia respiratoria crónica.

En situaciones de disnea severa donde no sea posible la intubación y se prevea una parada cardiorrespiratoria, puede ser necesario realizar una traqueotomía de urgencia.

Tipos de Traqueotomía

Además de la traqueotomía programada o de urgencia, existen otras variantes para permitir la entrada de aire a través de la tráquea:

  • Traqueotomía percutánea: Menos invasiva, reduce el riesgo de estenosis traqueal y la incidencia de infecciones, y puede realizarse en la cama del paciente.
  • Traqueotomía translaríngea: Aunque también puede realizarse en la cama del paciente, su uso es menos frecuente debido a su complejidad, riesgos y el método de abordaje (desde el interior de la tráquea).

Eliminación de Secreciones

Cuando un paciente acumula secreciones y no puede eliminarlas adecuadamente por sí solo, es necesario ayudarle a expulsarlas. Para mejorar la respiración, se pueden enseñar técnicas de respiración profunda y expectoración, como pedirle que respire profundamente, retenga la respiración y tosa dos veces. También se pueden enseñar posturas de drenaje postural y realizar aspiraciones de secreciones.

Drenaje Postural

El drenaje postural ayuda en la eliminación de las secreciones al facilitar su desplazamiento desde el lugar donde están acumuladas hacia los bronquios principales. Para ello, el paciente debe adoptar la posición adecuada según el lugar donde se encuentren las secreciones. Es un proceso totalmente pasivo.

Cuando el paciente adopta una posición de drenaje postural, debe permanecer en esa postura durante al menos 10-15 minutos. El tiempo varía según la tolerancia del paciente y la prescripción médica.

Material Necesario:

  • Material de almohadillado.
  • Material de sujeción para mayor seguridad del paciente en ciertas posiciones.
  • Papel de celulosa.
  • Recipiente para evacuar las secreciones.

Técnica:

  1. Informar al paciente sobre el procedimiento y la razón para realizarlo.
  2. Lavarse las manos.
  3. Colocar el material cerca del paciente.
  4. Ayudar al paciente a adoptar las posiciones prescritas.
    • Si las secreciones están acumuladas en los lóbulos pulmonares superiores, la posición adecuada es la de Fowler elevada (90º).
    • Si las secreciones están en los lóbulos pulmonares inferiores, la posición adecuada es la de Trendelenburg.
    • Si las secreciones están en otras zonas, se utilizarán variaciones de las posiciones conocidas, colocando almohadas a la altura de los hombros, en la región abdominal y en la zona pélvica.
  5. Asegurarse de que el paciente mantenga la posición prescrita durante el tiempo indicado.
  6. Observar las características de las secreciones y, si se encuentra alguna anomalía, informar al personal de Enfermería o al médico.
  7. Una vez finalizado el procedimiento, recoger el material y lavarse las manos.
  8. Registrar en la hoja de incidencias de Enfermería del paciente o en la gráfica (si es posible), las posiciones de drenaje adoptadas por el paciente, el tiempo empleado y la eficacia del drenaje.

Aspiración de Secreciones

La aspiración de secreciones es un procedimiento para eliminar las secreciones nasofaríngeas y bronquiales de un paciente mediante la introducción de una sonda de aspiración a través de la boca o las fosas nasales en el aparato respiratorio. Esta sonda se conecta a un sistema de aspiración por vacío, que puede ser central (ubicado en la pared) o móvil (conocido como «robot de aspiración de secreciones»).

Es crucial realizar la aspiración de secreciones con la mayor asepsia posible. La aspiración puede ser continua o intermitente. En la aspiración continua, la sonda de aspiración se conecta directamente al sistema de vacío. En la aspiración intermitente, se coloca una conexión en «Y» o en «T» entre la sonda y el sistema de vacío. Esta conexión permite controlar el vacío, de manera que cuando se tapa la salida libre de la conexión con un dedo, se crea el vacío en el interior de la sonda, y al destaparla, se pierde el vacío.

Material Necesario

  • Sonda de aspiración del tamaño adecuado.
  • Sistema de aspiración (vacío).
  • Bolsa de recolección de secreciones, que debe ser transparente para observar y medir las secreciones.
  • Conexión en «Y» o en «T».
  • Guantes estériles.
  • Recipiente con solución antiséptica, suero fisiológico de lavado o agua.

Técnica

  1. Explicar al paciente en qué consiste el procedimiento y colocarlo en posición de Fowler.
  2. Verificar la presión de vacío y asegurarse de que sea adecuada (80-120 mmHg).
  3. Lavarse las manos.
  4. Colocarse los guantes estériles correctamente.
  5. Otra persona abrirá de forma estéril el envase que contiene la sonda. Tomar la sonda y conectarla al sistema de aspiración.
  6. Introducir la sonda a través de la boca o las fosas nasales tan profundamente como sea posible sin aplicar aspiración.
  7. Para comenzar la aspiración, tapar la abertura de la conexión en «Y» o en «T» que se esté utilizando.
  8. Comenzar a retirar la sonda girándola lentamente mientras se realiza la aspiración.
  9. La aspiración no debe durar más de 10-15 segundos.
  10. Repetir los pasos anteriores hasta que las vías respiratorias estén despejadas.
  11. Enjuagar la sonda y el sistema de aspiración con la solución desinfectante o suero fisiológico de lavado entre aspiraciones, si es necesario.
  12. Si se detecta alguna anomalía en las secreciones o en el paciente durante la aspiración, avisar al médico.
  13. Al finalizar la aspiración, desechar la sonda y los guantes.
  14. Lavarse las manos.
  15. Anotar en la hoja de incidencias de Enfermería del paciente el procedimiento realizado y cualquier otra circunstancia relevante que se haya producido.

Estos pasos aseguran que el procedimiento de aspiración de secreciones se realice de manera segura y eficaz, garantizando el bienestar del paciente.

Inspirómetro de Incentivo

Un inspirómetro de incentivo es un dispositivo que ayuda a expandir los pulmones facilitando una respiración más profunda y completa. Se utiliza para realizar ejercicios respiratorios, prevenir complicaciones pulmonares como atelectasias y neumonía, y fortalecer los músculos abdominales.

Este dispositivo mecánico ayuda al paciente a mantener el máximo esfuerzo inspiratorio. La técnica emplea un incentivo visual, como una, dos o tres bolas que se elevan cuando el paciente inhala, lo que motiva a alcanzar un esfuerzo inspiratorio máximo. También se conoce como incentivador volumétrico.

Gasometría

El análisis de los gases en sangre permite evaluar el equilibrio entre el metabolismo y la respiración, así como la presencia de hipoxemia.

Parámetros Medidos:

1. Oxigenación: Presión parcial de oxígeno (PaO2) y saturación de oxígeno (SaO2).

2. Ventilación: Presión parcial de dióxido de carbono (PaCO2).

3. Equilibrio ácido-base: pH, PaCO2 y HCO3- (bicarbonato).

Indicaciones:

  • Ante síntomas de insuficiencia respiratoria.
  • Para evaluar alteraciones ventilatorias restrictivas.
  • En casos de alteraciones ventilatorias obstructivas severas.
  • En estudios preoperatorios de pacientes con enfermedades pulmonares.

Técnica:

La muestra de sangre se toma de las arterias radiales, humeral o femoral, usando una jeringa heparinizada y sin aire para evitar resultados erróneos debido a la disolución de CO2 y la absorción de O2.

Valores Normales y sus Modificaciones:

  1. pH:
    • Expresa la concentración de iones de hidrógeno.
    • Indica la acidez sanguínea y el equilibrio ácido-base.
    • Valor normal: 7.40 ± 0.02.
    • Aumento del valor -> alcalosis.
    • Disminución del valor -> acidosis.
  2. PaCO2:
    • Presión parcial de CO2 en sangre arterial.
    • Valor normal: 40 ± 2 mm Hg.
    • Aumento del valor -> hipercapnia.
    • Disminución del valor -> hipocapnia.
  3. PaO2:
    • Presión parcial de O2 en sangre arterial.
    • Valor normal: 90 ± 5 mm Hg.
    • Disminución del valor -> hipoxia.
  4. SaO2:
    • Saturación de oxígeno en sangre. Representa el porcentaje de O2 transportado por la hemoglobina.
    • Valor normal: 95-98%.
    • Disminución del valor -> desaturación.
  5. HCO3-:
    • Cantidad de bicarbonato disuelto en sangre.
    • Valor normal: 24 mmol/L.
    • Aumento del valor -> aumento de las bases.
    • Disminución del valor -> disminución de bases.
  6. Hemoglobina:
    • Valor normal: 12-15 g/100 ml de sangre.
    • Aumento del valor -> poliglobulia.
    • Disminución del valor -> anemia.

Equilibrio Ácido-Base:

El pH depende de la tasa de HCO3- y de la PaCO2. Estos valores se relacionan en la ecuación de Henderson-Hasselbach.

Este análisis es crucial para diagnosticar y tratar diversas afecciones respiratorias y metabólicas, proporcionando una visión clara del estado fisiológico del paciente.

pH=6.1+log(0.03×PaCO2​[HCO3−​]​)

Esta ecuación permite calcular el pH de la sangre arterial considerando los valores de bicarbonato y dióxido de carbono, reflejando el equilibrio ácido-base del organismo.

Modificación del pH: Acidosis o Alcalosis

Las alteraciones del pH pueden tener un origen metabólico (relacionado con HCO3-) o respiratorio (relacionado con PaCO2), y provocan una compensación inversa:

1. Compensación Respiratoria para cambios en PaCO2 (compensación inmediata).

2. Compensación Renal para cambios en HCO3- (compensación que toma entre 24 y 48 horas).

Trastornos Respiratorios

Acidosis Respiratoria:

Ocurre en casos de hipoventilación alveolar, caracterizada por una PaCO2 elevada y un pH bajo. La retención constante de CO2 (hipercapnia) y la acidosis afectan el umbral renal, promoviendo la retención renal de HCO3-. Esto aumenta su concentración, lo que eleva el pH a valores normales, aunque la PaCO2 no cambie.

Alcalosis Respiratoria:

Resulta de una hiperventilación alveolar que causa la eliminación excesiva de CO2, elevando el pH. La compensación renal se manifiesta por la excreción de HCO3-, devolviendo el pH a valores normales.

Trastornos Metabólicos

Acidosis Metabólica:

Se debe a la acumulación de ácidos o a la pérdida de HCO3-, como en la diabetes descompensada o la diarrea abundante, resultando en una disminución del pH. El aumento de H+ estimula la respiración, incrementando la ventilación. Esto reduce la PaCO2 y eleva el pH.

Alcalosis Metabólica:

Provocada por un aumento de los niveles de HCO3- o una pérdida de ácidos, como en el caso de vómitos prolongados, resultando en un aumento del pH. Este incremento del pH causa una depresión respiratoria, aumentando la PaCO2 y disminuyendo el pH. La excreción renal de HCO3- también ayuda a restablecer el equilibrio ácido-base.

Resumen de Modificaciones de Gases en Sangre y Trastornos del Equilibrio Ácido-Base

En la siguiente tabla se presentan las alteraciones de los gases sanguíneos y los trastornos del equilibrio ácido-base.

TrastornopHPaCO2HCO3-
Acidosis RespiratoriaBajoElevadoElevado (comp.)
Alcalosis RespiratoriaElevadoBajoBajo (comp.)
Acidosis MetabólicaBajoBajo (comp.)Bajo
Alcalosis MetabólicaElevadoElevado (comp.)Elevado

Este análisis es fundamental para diagnosticar y manejar diversas condiciones respiratorias y metabólicas, proporcionando una visión clara del estado fisiológico del paciente.

Aerosolterapia

La aerosolterapia es un tratamiento comúnmente utilizado en los servicios de otorrinolaringología (ORL), pediatría, neumología y alergología. Recientemente, este método también ha sido adoptado por los médicos de atención primaria. Este tratamiento se basa en el uso de aerosoles, los cuales son pulverizados para ser inhalados por el paciente.

Uno de los medicamentos más utilizados en aerosolterapia es el salbutamol, un agonista beta-adrenérgico que actúa sobre los receptores beta-2. Este fármaco es ampliamente utilizado en el tratamiento del asma bronquial y del broncoespasmo asociado a bronquiectasias o infecciones pulmonares.

Sabías que…

El salbutamol puede causar efectos secundarios como taquicardia, palpitaciones, temblores, ansiedad y cefaleas.

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