1. TÉCNICA DE HIGIENE DEL PACIENTE ENCAMADO: TOTAL Y PARCIAL. TÉCNICA DE BAÑO ASISTIDO (DUCHA Y BAÑERA).

1.1. HIGIENE DEL PACIENTE

La higiene se define como aquellos procedimientos que tienen la finalidad de mantener limpio todo el cuerpo de una persona. Si esta persona es dependiente parcial o total para desarrollar estas funciones, el papel de la familia, del equipo de enfermería y del auxiliar de enfermería tiene una gran relevancia en el cuidado y mantenimiento de la higiene de los pacientes.

1.1.1. Objetivo de la higiene

– Que la piel se mantenga limpia, sin secreciones.

– Que se encuentre libre de olores.

– Eliminar la proliferación bacteriana.

– Mejorar o estimular la circulación sanguínea.

– Facilitar la observación de la piel.

– Mantener la integridad de la piel.

– Proporcionar al paciente la sensación de bienestar físico mediante la higiene.

– Mejorar su autoestima, ya que el paciente está mejor al sentirse limpio, presentable, sin malos olores, etc.

Es así que la higiene debe realizarse cuantas veces sea necesario, teniendo en cuenta las condiciones particulares de cada paciente.

1.1.2. Generalidades

Hay que tener siempre en consideración el pudor del paciente, porque podría ser incómodo estar expuesto ante otros testigos diferentes de quienes le estén brindando una atención. Algunas recomendaciones son las siguientes:

– Tener preparado el equipo antes de comenzar.

– Antes de iniciar el procedimiento, explicarle al paciente que se le realizará la limpieza, para qué, y solicitar su colaboración, y que manifieste si existe algo, durante el procedimiento, que le incomode o moleste.

– Que la temperatura del medio ambiente sea adecuada, alrededor de los 25º.

– Que la temperatura del agua esté entre los 37 y 40 ºC.

– Que no haya corrientes de aire en el cuarto de baño.

– Respetar la privacidad del paciente en el momento del baño (ya sea con cortinas, puertas cerradas, mamparas, etc.), de esta manera disminuimos su ansiedad.

– Usar jabones neutros.

– Solicitar la participación de paciente para fomentar su autonomía.

– Verificar si para el baño se necesitará solo una persona, o dos, como sería el caso de una persona inmovilizada.

– No cansar al paciente, es decir, que no haga movimientos innecesarios y muy de prisa.

– Vigilarlo, si está cansado, si su frecuencia cardíaca está elevada.

– Observar la piel, sus movimientos (actividad física), y conversar con él.

1.2. LAVADO EN GENERAL

Los baños pueden ser parciales o completos en:

a) La cama.

b) La bañera.

c) La ducha.

La técnica que se elija dependerá de las circunstancias de cada paciente, de si es autónomo o parcialmente autónomo, y de las preferencias del paciente.

Las residencias tienen horarios ya sea de mañana o tarde. Las personas que tienen trastornos demenciales pueden tener miedo y volverse agresivas, dado que no logran comprender lo que está pasando. Por tanto, hay que moderarse con la voz, de tal forma que ellos se puedan tranquilizar.

Para el baño Debemos considerar:

– Lavado del cuerpo: por partes, baño, ducha o baño en la cama.

– Lavado y peinado del cabello.

– Cepillado de los dientes.

– Afeitado.

– Cuidado de las uñas.

– Cuidado de las orejas.

Equipo

– Dos toallas de baño y dos de cara, toallas de papel, guantes.

– Jabón recomendado, en pastilla o líquido.

– Colonia o loción relajante, esponjas, paños.

– Manta de baño, para cubrir al paciente.

– Pañuelo desechable.

– Cepillo de dientes y vaso, dentífrico.

– Peine o cepillo para el pelo, loción, talco, desodorante o antitranspirante.

– Tijeras, termómetro de baño.

– Maquinilla de afeitar, tijeras y lima para uñas.

– Camisón, pijamas o ropa limpia y ropa de cama limpia.

– Delantal de plástico y guantes desechables.

– Si el paciente tiene catéteres u otras sondas, tener los equipos necesarios.

– Bolsa de plástico para recoger la ropa sucia.

– Palangana con abundante agua caliente (entre 39 y 40 ºC).

Recomendaciones previas

– Preparar todo el material que necesitará (se mencionó antes).

– Identificar que sea el paciente (ya sea por la pulsera y otro medio).

– Explicarle al paciente y obtener su consentimiento y cooperación.

– Respetar su intimidad.

1.2.1. Lavado en cama. Baño completo en la cama

– Recomendaciones previas.

– Ofrecerle la cuña o el orinal protegiendo su intimidad.

– Lavarse las manos.

– Poner los frenos a la cama, para evitar movimientos imprevistos que pongan en riesgo la seguridad del paciente y ajustar la altura para su movilización y manipulación seguras.

– Ajustar la altura de la cama para la movilización y manipulación sean seguros.

– Colocar los utensilios en una mesa auxiliar, de forma que sea de fácil acceso.

– Cerrar puertas y ventanas.

– Retirar todo el exceso de ropa de la cama, de forma que no haya elementos innecesarios y exista un mejor acceso al paciente.

– Verificar que las barandillas estén subidas.

– Retire el avisador.

– Baje la barandilla que está a su lado.

– Colocarse los guantes.

– Coloque sobre el paciente una toalla de baño.

– Baje la cabecera del paciente, teniendo en cuenta sus enfermedades y tolerancia. Deje al menos una almohada.

– Coloque la mesa auxiliar, y sobre ella, coloque toallas de papel.

– Verificar la temperatura de la palangana.

– Ahora suba la barandilla de su lado.

– Llene la palangana hasta las 2/3 partes a una temperatura de 39 a 40ºC.

– Con el termómetro se puede medir la temperatura. También se puede usar el codo para comprobar la temperatura.

– Colocar la palangana sobre la mesa.

– Bajar la barandilla.

– Colocar una toalla sobre el pecho del paciente.

– Hacer una manopla.

– Con agua lavar alrededor de los ojos sin jabón. Se inicia con el ojo más distante, y luego el más próximo. Antes de aplicar jabón en el rostro, preguntar al paciente si desea que se le aplique jabón.

– Lavar, enjuagar y secar el rostro, las orejas y el cuello, y fomentar que nos ayude. Seque con la toalla que está en el pecho, sin fricción, sino con toques para que absorba el agua.

– Retirar el camisón ayudando previamente al paciente a moverse, si lo puede hacer, cerca de usted.

– Colocar una toalla para cubrirlo, por debajo del brazo contrario.

– Sujetar al paciente colocando su palma sobre el codo del paciente, de esta forma, el antebrazo del paciente descansará sobre el del auxiliar.

– Lavar brazo, hombro, axila. Enjuagar y secar con golpecitos.

– Colocar la palangana sobre la toalla, y enseguida colocar la mano del paciente dentro del agua para lavarla. Limpiar uñas; se puede usar la lima.

– Fomentar la ayuda del paciente si es posible.

– Retirar la palangana y secar bien la mano. Cubrir el brazo con una manta de baño, y repetir el mismo procedimiento con el otro brazo.

– Luego, colocar una toalla de baño cruzada sobre el pecho. Sujetar la toalla y tirar de la manta por debajo hasta la cintura.

– Al levantar la toalla lavar el pecho, enjuagar y secar con toques absorbentes, no hacer fricción.

– Colocar la toalla sobre el pecho, a lo largo, y el abdomen, sin destapar al paciente. La manta se coloca ahora hasta la zona púbica.

– Levantar un poco la toalla y lavar, enjuagar y secar.

– Luego tirar de la manta hasta los hombros, y cubrir ambos, y retirar la toalla.

– Ahora cambiar el agua jabonosa. Al retirarse por más agua, no olvidar subir la barandilla. Al regresar con el agua, tomar la temperatura de la misma.

– Cubrir el área genital y descubrir la pierna más alejada, y colocar por debajo de ella una toalla a lo largo de la pierna.

– Para lavar la pierna, doblar la rodilla (si es posible) y colocar su brazo (del o de la Auxiliar) por debajo de ella y proceder a lavar, enjuagar y secar.

– Si el paciente no tiene contraindicación para doblar la rodilla, doblarla y colocar el pie sobre la palangana (esta tiene que colocarse sobre la toalla).

– Lavar el pie, los dedos y entre los dedos, se puede usar una lima.

– Enjuagar, retirar la palangana y secar el pie sin fricción, cuidando de que las partes interdigitales queden bien secas.

– Enseguida cubrir la pierna y retirar la toalla que está por debajo de la pierna. Repetir lo mismo con la otra pierna.

– Cambiar nuevamente el agua y medir la temperatura. No olvidar que cada vez que tenga que alejarse de la paciente, hay que subir la barandilla.

– Rotar al paciente de forma que queden frente a usted la espalda y los glúteos del paciente. Colocar sobre la cama una toalla a lo largo de la espalda y las caderas. Ahora lavar la espalda. Iniciar por el cuello y finalizar en los glúteos. Enjuagar y secar y colocarlo en su posición original. Se puede realizar un masaje en la espalda en este paso, o hasta el final del baño.

– Cambiar el agua y medir la temperatura. Proceder con el lavado perineal (se describe más adelante). Valorar un cambio de guantes. El lavado perineal debe ser diario, máxime si el paciente lleva una sonda vesical permanente, o después de la aplicación de un enema, o sencillamente cuando se ensucie.

– Puede realizarle un masaje al paciente.

– Aplicar lociones, desodorantes o aquellos artículos que el paciente suele aplicarse después del baño. En esto consiste la atención personalizada.

– Vestir al paciente, o ayudarlo a vestirse, si él puede colaborar, y cepillar su cabello.

– Hacer la cama.

– Acomodar al paciente, y colocar todo en su lugar.

– Lavarse las manos e informar a la enfermera sus observaciones.

– Recordar que mientras realizamos el procedimiento, observar la piel del paciente en busca de alteraciones, como las úlceras de presión.

1.2.2. Baño parcial

– Recomendaciones previas.

– Ayudar al paciente a desplazarse hasta el baño, ya sea que camine, o que necesite silla de ruedas, etc.

– Verificar la temperatura adecuada del agua.

– Ayudarlo a desvestirse, si es que lo necesita.

– Mientras el paciente realiza esta actividad, hay que observarlo.

– Ayudarle a acercarse al baño, con o sin dispositivos mecánicos.

– Ayudarle a que él mismo se lave. Comenzar con el rostro y el cuello, para que en estas regiones utilice agua limpia.

– Luego apoyarlo a lavarse el cabello, si lo necesita.

– Ayudarle a lavarse el cuerpo, si lo necesita.

– Ayudarlo a que salir del baño. Se le ayuda a sentarse sobre una silla, colocando previamente una toalla sobre la silla para evitar que resbale o sufra caídas.

– Ayudarlo a secarse y a vestirse.

– Ayudarlo, si requiere, a la higiene de su boca (dientes, prótesis…).

– Ayudarlo a peinarse, si lo necesita.

– Ayudarlo a que se siente en una silla o sobre la cama. La idea es que después del baño pueda descansar, que se sienta relajado.

– Desechar el equipo adecuadamente.

1.2.3. Duchas

– Recomendaciones previas.

– Para la ducha se utilizan, como ayuda, un banco fijo o una silla móvil.

– Ayudar al paciente a desplazarse al baño, ya sea caminando o con ayuda de dispositivos mecánicos.

– Ayudarlo a desvestirse, si es necesario.

– Ayudarlo a sentarse en una silla de ducha o en un banco, con la finalidad de evitar riesgos de caídas.

– Verificar la temperatura del agua y contar con la aprobación del paciente.

– Ayudarlo a lavarse, de forma que disfrute el lavado de su cuerpo.

– Ayudarlo a lavarse el cabello, si lo necesita, y ayudarlo a secarse.

– Seguir con la normativa ya comentada.

1.2.4. Técnicas por zonas

1.2.4.1. Higiene bucal

Con el lavado se pretende que los dientes estén limpios, evitar la halitosis y prevenir caries e infecciones. Por otro lado, proporcionarle al paciente la sensación de bienestar. Un paciente con una adecuada higiene también saborea mejor los alimentos. Existen algunos alimentos que producen mal sabor de boca; otros producen una capa blanquecina en la lengua y en los carrillos.

También hay factores externos que influyen en la sequedad de la boca, como el tabaco, el oxígeno, una pobre ingesta de líquidos.

La higiene bucal debe hacerse cuando el paciente se despierta, cuando termina de comer y antes de irse a la cama. Las cerdas deben ser suaves. Es preciso detectar alteraciones a nivel bucal, a veces el paciente tiene los labios con grietas, deshidratados, inflamados o con vesículas, o llagas, placas blanquecinas (en la boca o en la lengua), hemorragia que se presenta con el cepillado, dientes sueltos, etc.

A) Paciente consciente

– Recomendaciones previas.

– Reunir el material: cepillo de dientes, vaso, pajita, batea, toalla para la cara, toallas de papel, guantes. Las toallas de papel servirán para colocar lo que va a utilizar.

– Elevar la cama para ayudar a la higiene postural. Asegurarse de que las barandillas estén subidas.

– Luego, ya para iniciar, bajar la barandilla.

– Ayudarle a incorporarse para que pueda sentarse.

– Colocar una toalla sobre su pecho.

– Colocar la mesa auxiliar y ajustarla para que quede próxima a él.

– Colocarse los guantes.

– Tomar el cepillo y colocar sobre las cerdas la pasta dental.

– Colocar debajo del cepillo la batea, y aplicar agua sobre el cepillo.

– Cepillar los dientes gentilmente. Si el paciente está consciente y puede lavárselos él mismo, puede ayudarlo. Puede ser el caso de que esté consciente, pero no pueda realizarse la higiene bucal, por lo que el auxiliar de enfermería tendrá que cepillarle los dientes.

– Cepillar la lengua, si lo requiere.

– Que la persona se enjuague la boca con agua, mientras la batea la coloca por debajo de su barbilla. Este paso puede repetirlo.

– Darle enjuague bucal con solución sosteniendo mientras tanto la batea debajo de su barbilla.

– Una vez que haya terminado, retirar la toalla, quitarse los guantes y desecharlos.

– Acomodar al paciente.

– Retire los utensilio, colóquelos en su sitio, limpie los equipos y la mesa.

– Lávese las manos y reporte a enfermería sus observaciones.

El cepillado consiste en colocar el cepillo en un ángulo de 45 grados. Para la parte superior externa, se colocan las cerdas en el nacimiento del diente y se desplaza de arriba hacia abajo, los movimientos son se arriba hacia abajo.

Luego vamos con la parte interna, e igualmente es de arriba hacia abajo. Con la parte inferior, se colocan las cerdas en la raíz del diente y se desplaza el cepillo de abajo hacia arriba. Posteriormente cepillamos en forma horizontal con movimientos de atrás hacia adelante sobre las muelas superiores e inferiores. Terminamos con la lengua. Colocamos el cepillo en la base y los desplazamos hacia adelante, de adentro hacia afuera, haciendo una especie de barrido sobre toda la lengua.

B) Paciente inconsciente

Un paciente inconsciente no puede hablar, puede tener mascarilla de oxígeno, o estar intubado. Estos pacientes no pueden ingerir alimentos sólidos ni líquidos, y su boca tiende a estar seca debido a que la mantienen abierta, o reciben oxígeno. Dado que no pueden deglutir, hay que evitar que, al realizar la higiene bucal, el líquido sea aspirado por el paciente. Para ello hay que colocar su cabeza de lado, haciendo girar su cabeza. De esta forma, el exceso de líquido podrá salir de la boca. En un paciente inconsciente, lo mejor es utilizar la mínima cantidad de líquido para realizar la higiene, para disminuir el riesgo de aspiración. Para mantener la boca abierta, se utiliza un depresor lingual almohadillado. Tenga cuidado de introducir sus dedos, ya que podría sufrir una mordedura. Recuerde que independientemente de que el paciente pueda escucharla o no, explíquele lo que le va a realizar y para qué.

Pasos

– Lavado de manos.

– Reunir todo el equipo que necesitará: torundas de algodón, producto de limpieza indicado para ese paciente, depresor lingual almohadillado, una batea, lubricante para labios, toalla para el rostro, toallas de papel, guantes.

– Sobre las toallas de papel, que están sobre la mesa auxiliar, colocará lo que va a utilizar.

– Corroborar la identificación del paciente con su pulsera.

– Explíquele el procedimiento y el motivo.

– Conserve su privacidad.

– Eleve la cama para ayudar a su higiene postural, y cerciórese de que las barandillas estén subidas.

– Cuando vaya a comenzar, baje la barandilla del lado.

– Colocarse los guantes.

– Debe colocar al paciente de lado, cerca de usted, girando su cabeza.

– Colocar la toalla debajo de la cara del paciente.

– La batea se coloca por debajo de su barbilla.

– Acomodar la mesa auxiliar, de tal forma que pueda alcanzar sin esfuerzo los utensilios.

– Con el depresor con almohadilla separe las mandíbulas, sin usar la fuerza.

Si no puede, solicite ayuda.

– Proceder a limpiar la boca con torundas de esponja humedecidas con el producto indicado para el paciente. Se limpia primero la parte superiorinterna de los dientes, luego la parte externa, el cielo de la boca, la parte interna de los carrillos y los labios, y lengua. Después con una torunda húmeda (con agua) se procede a limpiar la boca enjuagando. Las torundas, una vez utilizadas, hay que colocarlas en la batea.

– Colocar lubricante en los labios.

– Retirar la toalla.

– Quitarse los guantes y desecharlos.

– Proceder a explicarle al paciente que ha terminado y que lo va a acomodar.

– Colocar al paciente en su posición original.

– Subir la barandilla y colocar el avisador a mano.

– Limpiar y colocar los utensilios y la ropa sucia donde corresponda.

– Despedirse del paciente.

– Lavarse las manos.

– Informe a la enfermera sus observaciones.

Cuidado de la dentadura postiza

– Recordar que primero hay que llamar a la puerta.

– Explicar al paciente el procedimiento.

– Reunir el material: cepillo para la dentadura postiza con cerdas blandas, la caja de la dentadura (que tenga los datos paciente), el producto limpiador, vaso con agua fría, pajita, enjuague bucal, batea, toalla para la cara, toallas de papel, guantes.

– Identificar al paciente con la pulsera.

– Mantener la intimidad.

– Bajar la barandilla.

– Colocar una toalla sobre el pecho del paciente.

– Colocarse los guantes.

– Pedirle que se retire la dentadura; si no puede, retíresela usted con gasas para evitar que resbale: sujete la dentadura superior con el pulgar y el índice. Haga movimientos de arriba hacia abajo, una vez liberada, sáquela despacio. Luego tome la dentadura inferior con los dedos pulgar e índice, y con movimientos giratorios, retírela.

– Colocarla en la batea.

– Si tiene barandillas, asegúrelas.

– Tome la batea, la caja de la dentadura, el cepillo y el producto limpiador y llévelos al baño.

– Recubra el lavabo con una toalla.

– Llene el lavabo de agua.

– Enjuagar la dentadura bajo el chorro de agua templada o fría, luego la coloca en la caja.

– Coloque el producto de limpieza sobre el cepillo y cepille las dentaduras.

– Enjuague las dentaduras bajo el chorro de agua (mirar las instrucciones del fabricante respecto a la temperatura del agua).

– Colocarlas en la caja y las cubrimos con agua fría hasta cubrirlas.

– Lavar la batea

– Llevar la caja de la dentadura y la batea a la mesa auxiliar.

– Bajar la barandilla.

– Colocar en posición al paciente para realizar la limpieza bucal.

– Darle el enjuague bucal y coloque la batea debajo de la barbilla.

– Luego pídale que se coloque la dentadura y, si no puede, la auxiliar debe hacerlo.

– Tomar la dentadura superior con el pulgar y el índice, mientras que con la otra mano suba el labio superior. Ahora presione con sus índices hasta colocarla. El mismo procedimiento para la dentadura inferior, sujétela con los dedos índice y pulgar mientras tira suavemente del labio inferior para insertar la dentadura, presionando hacia abajo.

– Colocar la caja de la dentadura en el cajón de arriba de la mesa de noche.

– Retirar la toalla

– Quitarse los guantes y desecharlos.

– Acomodar al paciente y acercarle el avisador.

– Subir las barandillas, de acuerdo al plan asistencial del paciente.

– Limpiar los utensilios y colocarlos en su sitio. Seguir normas hospitalarias estipuladas.

– Lavarse las manos.

– Reportar las observaciones.

1.2.4.2. El lavado de las manos

El paciente debe lavarse las manos con frecuencia, como antes de comer o después de ir al baño. Para ello, se le puede acercar una silla para sentarse y lavarse las manos, o sentarlo al borde de la cama y acercarle un barreño con agua tibia sobre una mesita auxiliar. Si no puede levantarse, se sube la cama a la posición de Fowler y se le acerca el barreño.

1.2.4.3. El afeitado en la cara

Es importante conocer el grado de autonomía del paciente, ya que esto nos permite darnos cuenta si puede colaborar con nosotros. Asimismo saber su estado de salud, como si toma anticoagulantes, y sus hábitos personales.

– Lavarse las manos y colocarse guantes.

– Material: espejo, toalla, palangana con agua tibia, pañuelos de papel, loción para después del afeitado (si la usa), rasuradora eléctrica o navaja de rasurar, crema de afeitar.

– Explicar al paciente lo que realizará y para qué, y obtener su consentimiento y colaboración, si es que puede ofrecerla.

– Colocar al paciente en posición adecuada. Si está inconsciente, en decúbito supino y la cabeza un poco elevada. Si está consciente, en sedestación.

– Mantener su privacidad.

– Colocar sobre el tórax una toalla.

a) Afeitado con rasuradora eléctrica

– Conectar la rasuradora, ajustar el cabezal.

– Efectuar movimientos circulares.

– Preguntar al paciente si se le aplica loción o masaje.

b) Con navaja de rasurar

– Humedecer una toalla en agua caliente y colocarla sobre la barba (de tal forma que no sufra quemaduras) durante por lo menos 1 minuto.

– Colocar crema de afeitar sobre la barba. En caso de que utilice jabón, frotar hasta hacer espuma.

– Comenzar a afeitar con la navaja, sujetando la navaja con su mano dominante, y con la otra, la piel.

– Inicie con las patillas, luego el mentón, en el sentido del crecimiento del pelo. Seguir en cuello, luego nariz y boca con movimientos cortos y suaves.

– Enjuagar la navaja con frecuencia, y si se seca el jabón, aplicar más.

– Lavar y secar la cara al paciente.

– Aplicar loción o masaje sin frotar el rostro, si el paciente lo desea (preguntar al paciente).

– Recoger e informar a enfermería.

1.2.4.4. El lavado del cabello

Dependiendo de las condiciones del paciente, valorar si el lavado de cabello lo realiza en su cama o en una silla, para ello debe conocer la edad del paciente, su grado de autonomía, su estado de salud, el tratamiento que recibe, su estado emocional y mental, sus hábitos personales, su tipo de cabello, etc. El lavador puede ser en la cama o en la silla.

– Explicar al paciente lo que se le va a realizar, y pedir su consentimiento y colaboración, si es que la puede proporcionar. Si el paciente está inconsciente, de igual forma, hay que explicarle el procedimiento que le realizará.

– Lavarse las manos y colocarse guantes.

– Reunir el material: silla, palangana para el agua, dos jarras con agua caliente a 37 ºC y verificar la temperatura; champú, acondicionador, toallas, peine (personal), secador, hules de plástico, algodón. Si el paciente estará sentado en una silla, no necesitará palangana ni hules de plástico.

– Colocar al paciente en posición adecuada: si es en la cama: en decúbito supino y colocar su cabeza en el borde superior de la cama. Si es en la silla: sedestación con hiperextensión cervical.

– Procurar que la temperatura del medio ambiente sea de 25 ºC.

– Cerrar puertas y ventanas para que no entren corrientes de aire.

– Mantener la intimidad del paciente.

– Si el paciente está consciente, valorar si puede ir al baño, en caso contrario, se realizará el lavado en la misma habitación.

a) En la cama

– Lavarse manos y colocarse guantes.

– Colocar el cabezal de la cama en un plano horizontal y retirar la almohada.

– Acercar el paciente al borde superior de la cama.

– En una silla, hay que colocar la palangana para recoger el agua del lavado.

– Colocar hules debajo de la cabeza y los hombros, y sobre los hules se coloca una toalla.

– Con el hule se hace un túnel dirigido a la palangana para que se deposite el exceso de agua.

– Retirar los accesorios que haya en el cabello (cintas, etc.), peine o cepille y desenrede.

– Colocar la toalla en torno al cuello y hombros del paciente.

– Colocar una almohada por debajo de los hombros.

– Se puede colocar algodón en los oídos, hay que preguntarle al paciente, siempre que no esté contraindicado.

– Mojar el cabello y aplicar champú y masajear con movimientos suaves con las yemas de los dedos en todo el cuerpo cabelludo.

– Enjuagar y volver a aplicar champú, masajear y enjuagar y aplicar suavizante.

– Escurra toda el agua con las manos.

– Secar con la toalla, frotando suavemente, y peinar, desenredar, y luego secar con el secador a temperatura intermedia y cambiar las zonas para evitar exceso de calor. Peinar como desee el paciente.

b) En la silla

– Lavarse las manos, colocarse una bata, y colocarse los guantes no estériles.

– Colocar el respaldo de la silla frente al lavabo y pedirle al paciente que tome asiento.

– Retire cintas, horquillas, etc., del cabello.

– Colocar una toalla sobre el cuello y los hombros.

– Ofrecer algodón al paciente, si no existe contraindicación.

– Pedirle al paciente que hiperextienda el cuello, si no hay contraindicación.

– Y, como se dijo antes, humedecer, aplicar shampú, masajear, enjuagar, champú, enjuagar, y luego suavizante etc.

– Deje al paciente cómodo.

– Recoger el material e informar.

1.2.4.5. El lavado del perineo

Aseo perineal femenino

– Explicarle al paciente lo que se le realizará y solicitar su colaboración y consentimiento y proteger su intimidad.

– Lavarse las manos.

– Reunir el material: jabón, manoplas, toalla de baño, manta de baño, termómetro para el agua, almohadilla impermeable, guantes, toallas de papel. Todo esto se coloca en la mesita auxiliar.

– Colocar a la paciente en fowler.

– Desvestir a la paciente, y si ella puede hacerlo, que colabore para fomentar su autonomía.

– Colocar sobre la paciente una toalla para proteger su intimidad y mantenerla con calor.

– Si la paciente puede lavarse a sí misma, dejar que lo haga, en caso contrario: colocarla en decúbito dorsal. Cubrirla con una toalla o manta.

– Llenar la palangana con agua y medir la temperatura.

– Doblar las rodillas de la paciente, si no existe contraindicación, y separar las piernas, o que solo las separe sin doblar las rodillas.

– Colocarse los guantes.

– La almohadilla impermeable se coloca por debajo de los glúteos.

– Descubrir el área hasta el abdomen, humedecer la manopla, escurrirla y aplicar jabón (si no fuera jabonosa).

– Separar los labios mayores y lavar de una sola vez, de arriba hacia abajo, y de delante hacia atrás. Este procedimiento puede repetirlo hasta que la zona esté limpia, y utilizar más manoplas o esponjas.

– Enjuagar el perineo con una esponja limpia. Ahora, separar nuevamente los labios, y limpiar de arriba hacia abajo, de delante hacia atrás. En cada zona se debe utilizar una parte limpia de la manopla, por lo que se necesitará otras más.

– Secar sin fricción.

– Bajar la manta o la toalla para volverla a cubrir y dejarla en decúbito dorsal con las piernas extendidas, sin flexionar las rodillas.

– Girarla hacia el lado contrario suyo.

– Aplicar jabón en la manopla o esponja y limpiar la zona anal, desde la vagina hacia el ano hasta que quede limpia. La parte de la manopla que se utilice debe estar limpia, por lo que se necesitarán otras más.

– Enjuagar con una manopla limpia, desde la vagina hacia el ano hasta que quede limpia. Se necesitarán más manoplas. Luego secar con suavidad, sin fricción.

– Retírese los guantes y desecharlos.

– Colocar al paciente en su posición y retirar todo lo que se ha utilizado: almohadilla, toalla, etc. Lavarse las manos, y notificar a enfermería sus observaciones.

Aseo perineal masculino

Los primeros pasos es como el anterior.

– Replegar el prepucio, sujetar el pene y limpiar la punta con un movimiento circular. Comenzar desde la uretra hacia la parte externa. Repetir hasta que esté limpio y cada vez con una manopla limpia.

– Enjuagar y colocar el prepucio en su posición normal.

– Lavar el pene hacia abajo, enjuagar.

– Pedir al paciente que doble las rodillas, si puede, o ayudarlo a que lo haga si no está contraindicado.

– Separar sus rodillas.

– Lavar el escroto, enjuagar y secar suavemente. Bajar sus rodillas y cubrir al paciente.

– Girarlo al lado contrario al suyo.

– Limpiar la zona anal igual que se explicó antes en el aseo perineal femenino.

– Quitarse los guantes y desecharlos.

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