3. ADMINISTRACIÓN DE LOS MEDICAMENTOS: PRECAUCIONES PREVIAS A LA ADMINISTRACIÓN DE UN FÁRMACO.
Cuando vamos a administrar un medicamento a un paciente debemos de seguir una serie de pasos para conseguir una correcta administración.
Administrar el fármaco correcto parece bastante sencillo, pero cuando se están realizando varias tareas a la vez, aumenta el riesgo de confundir un medicamento con otro. Además, muchos fármacos tienen nombres similares.
Para evitar errores, hay que tomarse el tiempo necesario para comprobar el nombre de cada fármaco que se administra con las prescripciones. En caso de dudas sobre un medicamento, se deben aclarar.
A continuación debemos identificar al paciente. Es imprescindible siempre comprobar el nombre que figura en la hoja de medicación, la habitación y la cama del enfermo.
A la hora de administrar el fármaco debemos comprobar que es el fármaco concreto y la dosis prescrita en especial con algunos fármacos considerados de alto riesgo.
Se debe administrar el fármaco por la vía correcta y de la forma correcta. Es bastante común que cometamos el error de partir o masticar tabletas con protección entérica o aplastar una tableta o cápsula de acción retardada que ocasiona que se absorba a la vez una elevada cantidad de fármaco que no sería adecuada.
Se deben administrar los fármacos a la hora correcta. Las concentraciones terapéuticas en sangre de muchos medicamentos dependen de la constancia y regularidad de los tiempos de administración.
Es recomendable y beneficioso educar al paciente sobre el fármaco que se le va a administrar, se debe aprovechar cada oportunidad que tenemos para educar al paciente y a su familia sobre la medicación prescrita. Además, conocer los fármacos que toma el paciente puede ayudar a garantizar su seguridad.
Es importante conocer los efectos no deseados que se puedan presentar.
Es fundamental el registro correcto en la historia del paciente.
Podemos resumir todas estas normas en los que conocemos como los cinco correctos:
– Administrar el fármaco correcto.
– La dosis correcta.
– Al ritmo correcto.
– Por la vía correcta.
– Al paciente correcto.
La realización de estas cinco acciones reduce el riesgo de cometer errores a la hora de administrar la medicación. Si a pesar de todo ello cometemos un error es necesario notificarlo inmediatamente para evitar las consecuencias que pueda ocasionar el error.
Otros aspectos a tener en cuenta a la hora de administrar la medicación deben ser:
– La enfermera o auxiliar de Enfermería que prepara la medicación debe ser la que la administre para evitar confusiones (excepto los preparados especiales de farmacia).
– Si el paciente se niega a tomar la medicación (tiene derecho a ello) hay que registrarlo adecuadamente.
– No se deben dejar en las mesillas de las habitaciones ningún tipo de fármacos, a excepción de inhaladores, pomadas, lociones… que se hayan prescrito a demanda del paciente.
– Si un paciente vomita tras la toma de un fármaco hay que notificarlo y, salvo notificación expresa, no se debe repetir la dosis puesto que desconocemos la cantidad de fármaco que se ha absorbido.