Herramientas manuales básicas en albañilería
1. Estacas: Son palos que se afilan en un extremo y se utilizan comúnmente para delinear áreas en un terreno. Requieren de herramientas como martillo o mazo para ser clavadas en el suelo, además de cinta métrica y cal para marcar las líneas en el terreno. En jardinería, apoyan el crecimiento de plantas actuando como soportes.
2. Hilo de albañil: Esencial para marcar líneas rectas en trabajos de construcción, ayudando a asegurar que los ladrillos y bloques queden alineados y nivelados.
3. Regla de albañil: Una barra larga y recta, utilizada junto con un nivel de burbuja para verificar la horizontalidad y verticalidad de las estructuras. Disponible en versiones de madera y metal.
4. Escuadras de albañilería: Herramientas en forma de triángulo rectángulo, disponibles en madera y metal, usadas para verificar ángulos rectos y la perpendicularidad entre diferentes estructuras.
5. Plomada: Consiste en un peso atado a un cordel, utilizado para establecer líneas verticales precisas en construcciones, asegurando que los trabajos sean perpendiculares al suelo.
6. Tiralíneas: Un dispositivo que incluye un cordel impregnado con tinta, usado para marcar líneas rectas sobre superficies largas. Funciona como plomada y trazadora, y su uso puede requerir dos personas para tensionar y marcar con precisión la línea deseada.
Estas herramientas son fundamentales para la precisión en diversos proyectos de albañilería, desde la construcción básica hasta tareas más especializadas como la jardinería y la decoración de exteriores.
7. Escantillón: Es una regla o modelo que se emplea para marcar y verificar dimensiones en la elaboración de piezas, asegurando que todas cumplan con las especificaciones exactas.
8. Esparavel: Herramienta típicamente de madera que consta de un plano con dos bordes elevados y un mango. Se utiliza principalmente para transportar y aplicar mortero y otras mezclas similares en obras.
9. Artesas: También llamadas cuezos o gavetas, son contenedores empleados para mezclar y transportar pequeñas cantidades de materiales como cemento, hormigón o yeso. Tradicionalmente tienen una forma rectangular parecida a un tronco de pirámide invertido y se fabrican en materiales como caucho entelado, aunque las versiones antiguas de madera o metal están quedando obsoletas. Es crucial limpiarlas regularmente para evitar que los residuos se endurezcan y compliquen su limpieza posterior.
10. Cubo: Este recipiente, normalmente de caucho entelado, se utiliza para dosificar y trasladar morteros y otras mezclas. Al igual que las artesas, requiere de una limpieza diaria para evitar el endurecimiento de los materiales en su interior.
11. Carretillo: Un carro manual que facilita el transporte de materiales como áridos, sacos, escombros o ladrillos. Se caracteriza por tener una caja montada sobre un eje horizontal con una o dos ruedas. Los carretillos de una rueda requieren más habilidad para manejar debido a la necesidad de mantener el equilibrio, mientras que los de dos ruedas ofrecen mayor estabilidad y son ideales para cargas pesadas. Dependiendo del material de la caja —metal o plástico— el mantenimiento puede variar, siendo las de plástico más resistentes a la corrosión y al desgaste por el clima.
12. La pala: es una herramienta esencial en la construcción y jardinería, compuesta por una hoja metálica que puede tener diversas formas como rectangular o trapezoidal, fijada a un mango que varía en longitud y diseño según su aplicación específica.
Utilizadas principalmente para tareas como mezclar materiales, cargar y trasladar escombros o áridos, las palas son indispensables en numerosos trabajos de albañilería.
Dentro de las variedades más usadas se encuentran:
- Pala de punta redonda, ideal para excavar.
- Pala de borde cuadrado, preferida para mover materiales sólidos.
El diseño del mango puede terminar en diferentes formas, como:
- Mango en forma de muleta.
- Mango con anilla.
- Mango recto.
Existen también versiones con mangos más largos, aunque son menos comunes. Para mantener estas herramientas en buen estado, es crucial realizar una limpieza adecuada después de cada uso, asegurando que no queden restos de materiales como mortero, barro o hormigón, que pueden formar costras difíciles de remover una vez secas.
Para la limpieza de las hojas de las palas, se recomienda utilizar agua a presión y un cepillo de alambre para el barro, mientras que las acumulaciones de cemento pueden eliminarse raspando con una espátula o aplicando suaves golpes con un martillo.
En el ámbito de la jardinería, mantener las palas limpias no solo ayuda a preservar la herramienta de la corrosión, sino que también evita la propagación de enfermedades y plagas entre las plantas.
Para proteger las palas durante períodos prolongados de no uso, es recomendable aplicar una capa de grasa en el metal para prevenir la oxidación. Los mangos, especialmente si son de madera, deben tratarse con aceite para mantener su flexibilidad y prevenir que se vuelvan quebradizos y susceptibles a romperse.
13. Pico: Existen picos de varias formas y tamaños, con configuraciones que incluyen doble punta o una combinación de punta y pala en los extremos. Los picos son esenciales para trabajos de excavación, demolición de paredes o levantamiento de pisos. Es crucial asegurarse de que la cabeza metálica esté firmemente fijada al mango antes de su uso.
Cuando se maneja un pico, es importante asegurar que no haya obstáculos o personas en el rango de movimiento del pico, tanto al frente como detrás del usuario.
Los mangos largos proporcionan mayor alcance y funcionan como palancas más eficaces, aunque requieren mayor fuerza de brazo. Los mangos cortos son más adecuados para espacios restringidos y dependen más de la fuerza de las piernas para su manejo eficaz. Los mangos cortos suelen ser más gruesos y a veces incluyen un agarre adicional, lo que los hace más pesados que los mangos más largos.
14. Piqueta: Esta herramienta de albañilería combina una azuela en un extremo y un hacha en el otro, conectadas a un mango de madera de aproximadamente medio metro. Algunos modelos tienen una piqueta en lugar de un corte. La piqueta, también conocida como alcotana, es un instrumento comúnmente asociado con trabajos de albañilería, similar en función a un pico pero más pequeño.
La piqueta está relacionada con el martillo y generalmente tiene un mango largo con un extremo diseñado como una pala cuadrada y el otro como una punta afilada. Esta herramienta puede presentar diversas combinaciones, incluyendo:
- Combinación de pico y martillo.
- Dos palas.
15. Cuña: Una barra de acero, generalmente cilíndrica, que mide entre 30 y 40 cm de longitud y tiene un diámetro de entre 38 y 51 mm, terminando en una punta o forma de cincel. Se utiliza para fracturar rocas insertándola en fisuras y golpeándola con una maza para abrir la piedra.
16. Cortafríos: El cortafríos es una herramienta de acero sólido, típicamente de unos 25 cm de largo, con un extremo plano y semi afilado que se emplea para diversas tareas como:
- Crear ranuras en paredes.
- Eliminar remaches.
- Cortar chapas de metal.
Estos instrumentos suelen estar hechos de acero al carbono o acero al cromo manganeso y no están diseñados para cortes precisos, por lo que a menudo es necesario afilar el cortafríos antes de su uso. Aunque puede utilizarse para cortar chapas, es preferible usar herramientas más adecuadas para ello, como sierras. El cortafríos consiste en una cabeza, un astil o caña, y la parte de corte o boca.
En el mercado existe una amplia variedad de cortafríos, cada uno con un propósito específico. Los modelos con mangos de caucho y protectores de golpes son particularmente útiles, ya que ofrecen aislamiento térmico y eléctrico, además de proteger contra accidentes.
Cuando se utiliza el cortafríos, se deben seguir ciertas precauciones de seguridad, eligiendo el tipo y tamaño adecuados para el trabajo a realizar. Por ejemplo, se usarán cinceles para acabados finos, cortafríos para cortar metal y punteros para demolición o perforación.
a) Antes de utilizar estas herramientas, es crucial asegurar que estén en condiciones óptimas de uso, comprobando que:
- El filo de corte esté bien afilado.
- La cabeza de golpeo esté libre de irregularidades o rebabas.
- La herramienta esté limpia de cualquier residuo como suciedad, pintura, grasa o aceite.
b) Para un manejo seguro y eficaz, se deben seguir las siguientes pautas:
- Usar un martillo o mazo de tamaño adecuado para el trabajo.
- Asegurarse de que la pieza a trabajar esté bien sujeta.
- Los trabajadores deben estar equipados con guantes de protección y gafas de seguridad para protegerse de impactos.
- Si se utilizan mazas para golpear, sostener las herramientas con tenazas para reducir el impacto de las vibraciones.
17. Cizalla: Esta herramienta es esencial para cortar chapas y perfiles metálicos. Consiste en una estructura robusta con dos cuchillas: una fija unida a la base y una móvil unida a un puente que se desplaza verticalmente a lo largo de guías situadas a ambos lados de la base. El corte se realiza mediante un pedal que conecta con el puente móvil a través de un tirante. La cuchilla fija tiene el filo paralelo al plano de la mesa, mientras que la móvil está ligeramente inclinada para facilitar un corte progresivo del material. La versión motorizada de la cizalla, o guillotina motorizada, funciona de manera similar pero es impulsada por un motor eléctrico, lo que facilita el corte.
18. También existe la cizalla eléctrica vibratoria: que permite realizar cortes curvos mediante el uso de dos cuchillas pequeñas que vibran una contra la otra, produciendo un corte por cizallamiento.
19. Maceta: Una maceta es una herramienta formada por un mango y una cabeza metálica pesada, diseñada para su uso con una mano, mientras que los mazos o mazas son más grandes, requiriendo el uso de ambas manos por su mayor tamaño y peso. Se utilizan para golpear directamente sobre el material o, más comúnmente, para usar con otros utensilios como cortafríos o cinceles, concentrando la fuerza del golpe en una pequeña área para romper materiales más duros. Las macetas tienen cabezas equilibradas en ambos extremos, y su principal función es el impacto generado por su peso. Los mangos pueden ser de madera o metal con recubrimiento de goma para amortiguar las vibraciones. Las macetas típicamente pesan entre 995 y 1475 gramos y son herramientas muy duraderas, aunque es vital mantener en buen estado los mangos de madera que tienden a deteriorarse con el tiempo.
20. Mazo: Un mazo es básicamente una herramienta que consta de una cabeza pesada, generalmente de acero, unida a un mango largo. Es utilizado en diversas profesiones como la albañilería y la herrería para realizar tareas que requieren una gran fuerza de impacto, como clavar estacas grandes o barras en el suelo, doblar chapas metálicas o la demolición de estructuras pequeñas.
Es esencial que los mazos no presenten imperfecciones en las superficies de impacto y que su mango, típicamente hecho de madera dura y resistente, esté firmemente fijado a la cabeza. Regularmente debe verificarse que el mango esté perpendicular a la cabeza para garantizar un uso seguro y efectivo.
Es importante no sustituir los mangos de madera por mangos metálicos, ya que estos últimos transmiten excesivamente las vibraciones del impacto, lo cual podría resultar en lesiones en las articulaciones del usuario.
21. Bujarda: La bujarda es un tipo de martillo especializado dotado de una o dos cabezas dentadas que se utilizan para texturizar y desbastar piedra, mármol y hormigón. Aunque se disponen versiones manuales, las bujardas neumáticas son más comunes en la actualidad, ofreciendo mayor eficiencia mediante cabezas que se desplazan automáticamente sobre la superficie a trabajar.
En las bujardas manuales, las cabezas con dientes piramidales varían en número, desde 16 hasta 64 dientes, siendo las de 25 y 49 dientes las más comunes. Este proceso de abujardado es una técnica tradicional para crear superficies antideslizantes en pavimentos exteriores y otros trabajos artesanales.
22. Escoda: Similar a un martillo, la escoda tiene corte en ambos extremos del cabezal y se ensambla a un mango. Esta herramienta es empleada principalmente para labrar piedra y picar paredes, haciendo que sea indispensable en trabajos de cantería y albañilería.
23. Mazo: El mazo es una herramienta de percusión empleada en varios oficios. A diferencia de los martillos, los mazos están diseñados para aplicaciones específicas que requieren menos daño a la superficie de impacto o una dispersión de fuerza más amplia. Las cabezas de los mazos pueden ser de madera, utilizadas en carpintería para no dañar el formón; de plástico, que ofrecen un impacto seco; de goma, comunes en la colocación de cerámica; y mixtas, que son versátiles para varios trabajos.
24. Barra de uñas: Esta herramienta, a menudo referida por nombres como desencofradora o barreta, es un instrumento esencial para diversas labores que incluyen desde abrir cajas de embalaje hasta desencofrar en trabajos de albañilería. Fabricada de hierro acerado, una de sus extremidades se termina en forma de palanca y la otra se asemeja a un “martillo de orejas” con una uña partida, lo que facilita la extracción de clavos. Esta similitud con la pata de una cabra le da su nombre más común.
En la albañilería, es especialmente útil para remover encofrados, conocida en este contexto como barra desencofradora. Se debe usar adecuadamente para aprovechar el brazo de palanca que proporciona, evitando sentarse sobre ella o tirar de ella hacia el cuerpo para generar más fuerza.
25. Hacha para encofrado: El hacha para encofrado es una herramienta primordial para los encofradores, diseñada para desbastar y hacer hendiduras en la madera utilizada en encofrados. Consta de una pieza metálica afilada alineada con el mango.
Antes de usarla, es crucial inspeccionar el hacha para comprobar que está en buenas condiciones, asegurándose de que el mango esté firmemente fijado y que la hoja esté bien afilada, ya que un filo mal afilado puede ser peligroso y requerir más esfuerzo al usar.
Es importante llevar herramientas cortantes o con filo alejadas del cuerpo y no guardarlas en los bolsillos. También deben almacenarse lejos de áreas por donde transiten personas para evitar accidentes.
Al finalizar el uso, las herramientas deben guardarse en un lugar seguro, lejos de contactos accidentales y nunca deben arrojarse o entregarse de manera imprudente a otros trabajadores.
26. Tenazas: Las tenazas son herramientas formadas por dos barras de hierro articuladas que terminan en brazos móviles rectos y paralelos. Se emplean principalmente para sujetar o apretar con firmeza objetos diversos. Una variante específica es la tenaza “rusa”, cuyas bocas están desplazadas respecto al eje central y pueden funcionar tanto como tenazas tradicionales como pinzas de corte.
Para su almacenamiento, es esencial mantenerlas en un lugar seco y engrasar regularmente su eje para asegurar su durabilidad y funcionalidad.
27. Cortavarillas: Esta herramienta, parecida a unas tijeras robustas, se utiliza para cortar barras y planchas de metal a mano y en frío. Posee cuchillas cortas y brazos largos para maximizar la fuerza de corte. Para su uso seguro, no se deben utilizar para tareas inapropiadas como ajustar tuercas o como palanca. Es crucial no golpear los mangos para mejorar el corte y asegurarse de que los materiales a cortar no sean más duros que las propias cuchillas.
Para evitar accidentes, siempre deben transportarse en cajas o portaherramientas adecuados, y nunca deben dejarse en lugares por donde pase gente o elevados.
28. Polea: Las poleas son dispositivos mecánicos que facilitan la elevación o la tracción. Constan de una rueda o roldana montada en un eje, rodeada por una cuerda que facilita el movimiento de carga. Inventadas hace más de 3,000 años, las poleas simples han evolucionado hasta las complejas, atribuidas a Arquímedes, que permiten levantar pesos significativos con menos esfuerzo.
29. Pisón: El pisón es una herramienta pesada diseñada para compactar y aplanar materiales. Su cabeza de hierro puede ser de varias formas, como redonda, cuadrada o rectangular, y se monta en un mango que también puede ser de hierro o de madera. Esta herramienta es esencial en tareas de construcción para compactar hormigón en encofrados, aplanar tierras en zanjas o compactar rellenos de manera efectiva.
30. Raedera: La raedera es una herramienta versátil, conocida en diferentes regiones con nombres como raya, rayón o batidera. Se compone de una lámina metálica plana, resistente y diseñada para manipular morteros y otras mezclas. La lámina termina en un borde recto y se une a un mango de madera, que es liso y carece de muletilla. Además, la raedera se usa para limpiar escombros y mover materiales como áridos y arenas. Puede tener forma semicircular o rectangular, y está disponible en distintos tamaños.
31. Rastrillo: Similar a la raedera, el rastrillo difiere principalmente en que su lámina metálica plana incluye púas, semejante a un peine. Esta herramienta también se emplea para batir manualmente morteros y hormigones, adecuada para tareas que requieren una dispersión o mezcla más detallada de los materiales.
32. Paleta de albañil: Icono indiscutible de la albañilería, la paleta se presenta en varias formas y tamaños, adaptadas a diferentes tareas de construcción:
- Paleta estándar: Es una herramienta con una hoja plana y redondeada en la punta, utilizada principalmente para cargar y aplicar mortero. Estas paletas pueden tener mangos de madera o plástico y su hoja mide entre 20 y 30 cm.
- Paletín: Más pequeño y con una punta más puntiaguda que la paleta estándar, el paletín es ideal para trabajos de detalle, como rellenar juntas entre ladrillos, gracias a su capacidad para acceder a espacios reducidos. Su hoja varía de 75 a 200 mm de longitud.
- Espátula: Derivado de la paleta, tiene una punta menos aguda que el paletín y se usa para aplicar y extender mortero en pequeñas áreas o para reparaciones menores, logrando acabados lisos y precisos en superficies limitadas.
Una buena paleta se caracteriza por la rigidez de su hoja, que no debe doblarse bajo presión, y un mango alineado con la punta para garantizar precisión y control. Además de esparcir y recoger mortero, la paleta también sirve para cortar ladrillos y posicionarlos adecuadamente en su lugar mediante golpes suaves con el mango. También es útil para preparar pequeñas cantidades de mortero manualmente.
33. Llana: Es una herramienta esencial en albañilería, empleada principalmente para aplicar y alisar capas de yeso y cemento sobre paredes y suelos. Posee una hoja metálica trapezoidal o rectangular de aproximadamente 18-20 cm de largo, con un mango en su centro que facilita su manejo. La llana se utiliza húmeda para pulir las superficies una vez que el material aplicado ha comenzado a secarse. Además, existen llanas dentadas, también llamadas peines, que presentan dientes en uno de sus lados para texturizar la primera capa de revoco y mejorar la adherencia de la capa siguiente. La limpieza de la llana tras su uso es crucial para su mantenimiento, recomendándose remover los residuos de material mientras estén frescos con agua y, si están secos, rasparlos antes de mojar.
34. Fratás: Otra herramienta de albañilería, similar a la llana pero puede ser de madera o plástico y de forma rectangular. Se utiliza para alisar y afinar superficies revocadas con mortero de cemento o yeso, proporcionando un acabado suave y uniforme.
35. Cortador de cerámicas: Este dispositivo es indispensable para ajustar el tamaño de baldosas, cerámicas y azulejos durante su colocación. Consiste en una base o plataforma con guías que permiten el desplazamiento de un rodel, y una palanca que facilita el quiebre del material tras ser marcado. El rodel, hecho de carburo de tungsteno, realiza cortes precisos en las piezas cerámicas y se presenta en tamaños de 10 y 18 mm para adaptarse a diferentes niveles de dureza del material.
36. Proyector de revocos: Conocido comúnmente como tirolesa, este equipo mezcla y proyecta revocos o pinturas de consistencia densa y cremosa. Funciona mediante un tambor que contiene paletas rotativas, accionadas por una manivela, que lanzan el material hacia la superficie deseada de manera dirigida y uniforme. Es ideal para aplicar estucos, revocos de mortero y pinturas base cemento, facilitando un trabajo eficiente y homogéneo.
37. Martillos eléctricos y neumáticos: Estos martillos, también conocidos como martillos rompedores, están equipados con un cincel o puntero que facilita la demolición de materiales. Los accesorios adicionales incluyen brocas y cinceles específicos para diversas tareas de construcción y demolición. La principal diferencia entre ellos radica en su fuente de energía: los martillos neumáticos utilizan aire comprimido y requieren de un compresor externo, mientras que los martillos eléctricos funcionan con electricidad a través de un simple cable conectado a un enchufe.
38. Cedazo: Es una herramienta de malla que se usa para filtrar y separar los componentes finos de los gruesos de materiales como la arena. Consiste en un marco que puede ser cuadrado o redondo y una malla de cerdas que cubre la parte inferior. Un cedazo con malla muy fina es comúnmente llamado tamiz.
39. Zaranda: Herramienta similar al cedazo, compuesta por un bastidor de madera y una malla metálica que se utiliza para cribar materiales granulares como arena y grava.
40. Puntales telescópicos: Estos dispositivos son esenciales en construcción para soportar estructuras temporalmente, como pisos o encofrados, mientras se realizan obras. Consisten en tubos que pueden ajustar su longitud mediante mecanismos especiales. Al usarlos, es crucial asegurarse de que estén correctamente nivelados sobre bases sólidas y bien aplomados. No deben ajustarse una vez que están cargando peso, y si se observa una sobrecarga, se deben colocar puntales adicionales sin alterar los que ya están en tensión, para evitar accidentes. No se recomienda extender los puntales a su máxima longitud para conservar su capacidad de carga. Durante el desmontaje, se deben retirar progresivamente desde las áreas ya desencofradas hacia las que aún están encofradas, controlando cualquier movimiento brusco para evitar accidentes.
Construcción de Encofrados
El encofrado es un método esencial en la construcción que implica la creación de un molde temporal donde se vierte el hormigón. Usualmente, se utiliza madera o metal para formar este molde que luego se llena con hormigón fresco. Es crucial asegurar que el encofrado sea robusto para resistir la presión del hormigón y los métodos de compactación hasta que el hormigón desarrolle suficiente resistencia para mantenerse por sí solo.
En la construcción de hormigón armado, donde se integran barras de acero corrugado, estas estructuras deben estar eléctricamente conectadas a la tierra del edificio, según las normativas de seguridad actuales. Esto incluye estructuras metálicas y armaduras de soporte de hormigón entre otros elementos.
Es fundamental que los encofrados sean herméticos para evitar pérdidas significativas de la lechada de mortero o del hormigón, especialmente considerando la técnica de compactación que se utilice. En los encofrados de madera, se debe asegurar que las superficies estén limpias y libres de obstáculos, como clavos salientes, y se recomienda humedecer la madera previamente para prevenir la absorción del agua del hormigón.
Todos los encofrados deben ser meticulosamente planificados y construidos para evitar colapsos y accidentes. Se deben evitar encofrados improvisados y se debe asegurar que no haya huecos por donde el hormigón pueda filtrarse.
Al desencofrar, es vital hacerlo de manera cuidadosa para no dañar el hormigón recién fraguado. No se deben usar sustancias como gasóleo o grasa como agentes desencofrantes; en su lugar, se deben aplicar productos especializados que no dejen residuos perjudiciales en el hormigón.
Durante el vertido del hormigón, se debe distribuir uniformemente dentro del encofrado para evitar la segregación del material y para que no se ejerza presión excesiva sobre una parte específica del encofrado. Idealmente, el hormigón se debe verter de una vez y desde una altura baja para evitar segregaciones y presiones que puedan comprometer la estructura del encofrado.
El hormigón no debe manipularse con exceso dentro del encofrado y el desencofrado no debe llevarse a cabo hasta que el hormigón haya alcanzado la resistencia adecuada para soportar las cargas y esfuerzos a los que será expuesto.
Aplicación de Revestimientos
El revestimiento de muros y tabiques es una técnica utilizada tanto en exteriores como en interiores para fortalecer estructuras, protegerlas de elementos externos y mejorar su aspecto visual. Esta tarea puede realizarse con diversos materiales, aunque los más comunes y económicos son el mortero, el cemento y el yeso.
Históricamente, el revestimiento interior se ha hecho principalmente con yeso en sus distintas formas como enlucidos y estucos, finalizando con pintura o, ocasionalmente, con paneles de madera decorativos. En exteriores, por otro lado, el revestimiento tradicionalmente se ha reservado para edificaciones más modestas, utilizando técnicas como el chapado, alicatado y aplacado sin recubrimientos adicionales en construcciones de alta calidad hechas con piedra labrada.
Los materiales empleados para revestir pueden variar ampliamente en origen y propiedades, permitiendo su clasificación en diversas categorías. Por ejemplo, se pueden distinguir entre materiales minerales y vegetales, y según su presentación en obra, se pueden agrupar en chapados, alicatados y aplacados.

Para un revestimiento efectivo, los materiales deben cumplir con varios criterios, incluyendo:
- Ser incombustibles.
- Fáciles de aplicar.
- Económicos.
- Resistentes a deterioro por efectos físicos y reacciones químicas.
- No dañar los materiales con los que están en contacto.
- Durables y de bajo mantenimiento.
- Permitir reparaciones y reemplazos fáciles.
- Estéticamente agradables.
- Contribuir al aislamiento térmico y acústico.
- Proteger contra la humedad.
La relevancia de cada uno de estos factores varía dependiendo del lugar de aplicación del revestimiento y si este se encuentra en un área interior o exterior.
El guarnecido es un proceso de albañilería que implica el revestimiento de paredes, tanto internas como externas, con una capa de mortero. La principal función de esta técnica es ocultar las uniones de los materiales de construcción, mejorar la retención térmica de la pared, homogeneizar la apariencia de la superficie y proporcionar una base lisa para futuros acabados como pintura o revestimientos adicionales.
En interiores, el guarnecido se emplea para nivelar las irregularidades de la pared y prepararla para la decoración, asegurando una superficie lisa y uniforme. En exteriores, esta técnica ayuda a proteger las paredes de los elementos naturales, extendiendo la vida útil del material subyacente, como el ladrillo.
El proceso de guarnecido se divide en tres etapas fundamentales: enfoscado, revoque y enlucido, que deben realizarse secuencialmente, permitiendo que cada capa se seque adecuadamente antes de aplicar la siguiente.
- Enfoscado: Esta es la primera capa, aplicada directamente sobre el muro de ladrillo u otro material. Utiliza un mortero grueso para nivelar la superficie y cubrir grandes irregularidades, con un espesor aproximado de 2 cm. Su principal objetivo es crear una base uniforme sobre la que se aplicarán las siguientes capas.
- Revoque: Se aplica sobre el enfoscado una vez que este ha secado. Se utiliza un mortero de arena más fina y de mejor calidad que el enfoscado, con un grosor de entre 0.5 a 1 cm. Esta capa adicional sigue afinando la textura de la superficie.
- Enlucido: La última capa es la más fina y se aplica sobre el revoque. Consiste en una capa delgada y lisa de mortero fino, diseñada para dar el acabado final liso y perfecto a la pared.
Cada una de estas etapas es crucial para asegurar que la pared no solo se vea bien, sino que también esté protegida de factores ambientales y térmicos. Este método tradicional es vital para garantizar resultados duraderos y estéticamente agradables en cualquier proyecto de construcción o renovación.
A) Enfoscado
El objetivo del enfoscado es corregir las imperfecciones superficiales del muro que se va a revocar. Este procedimiento implica lanzar con la paleta pequeñas porciones de mortero liviano sobre la superficie, esparciéndolas rápidamente y alisándolas con una regla antes de que el mortero comience a fraguar.
Para asegurar una nivelación adecuada durante el enfoscado, se llevan a cabo los siguientes pasos preliminares:
- Establecimiento de puntos de referencia sobre el muro, usando montones de mortero que determinan el grosor del enfoscado. Estos puntos se alinean con una cuerda tensada y anclada entre dos clavos, garantizando que la distancia entre cada punto no exceda un metro. Los puntos se organizan en dos filas paralelas, alineándose verticalmente.
- Entre cada par de puntos verticales, se coloca una regla de alisado. Esta regla crea espacios que se deben llenar vigorosamente con mortero, aplicado desde ambos lados de la regla.
- Se utiliza una llana para remover cualquier exceso de mortero que se adhiera a los bordes de la regla, asegurando que esta pueda ser retirada fácilmente una vez que el mortero esté parcialmente endurecido.
Estas bandas verticales de mortero, llamadas maestras, actuarán como guías para nivelar y alisar la capa de enfoscado final, deslizando la regla de plano a lo largo de ellas para obtener una superficie uniforme.
Acabados y procesos del enfoscado
Al acercarse al final del fraguado, el enfoscado puede recibir diferentes tipos de acabados:
1. Acabado Rugoso: Este se logra con la textura que deja la regla durante su aplicación, sin necesidad de procesos adicionales.
2. Fratasado: Utilizando un fratás o una talocha, que es una tabla lisa con un pomo para sostenerla, se pasa sobre la superficie fresca mojándola en agua para obtener una superficie plana.
3. Bruñido: Se utiliza una pasta de cemento aplicada con una llana, que rellena poros y alisa imperfecciones para dejar una superficie completamente lisa.
El tipo de acabado a seleccionar dependerá de la terminación final que se planee sobre el enfoscado:
- El acabado rugoso es adecuado cuando se sobrepone un revoco, estuco o un chapado con piezas de tamaño mayor a 5×5 cm.
- El fratasado es apropiado cuando se coloca sobre él un enlucido, pintura rugosa o un chapado con piezas menores a 5×5 cm.
- El bruñido es ideal cuando se aplicará una pintura lisa o un revestimiento adherido directamente.
Condiciones para la ejecución del enfoscado: Antes de comenzar, asegurarse de que:
- Para interiores, la estructura superior está completa o existen al menos tres niveles construidos encima.
- Para exteriores, la cobertura está finalizada y el sistema de drenaje operativo.
- Reparar cualquier daño en la superficie con el mismo mortero utilizado para el enfoscado.
- Asegurarse de que el mortero o concreto de base esté completamente curado.
Durante la aplicación:
- Preparar solo la cantidad de mortero necesaria y evitar añadir agua tras el amasado.
- Humedecer previamente el soporte limpio.
- Suspender la ejecución en condiciones de heladas, lluvia sin protección, calor extremo o vientos secos y calurosos.
Después de la ejecución:
- Mantener la superficie húmeda por 24 horas y asegurar un correcto fraguado del mortero.
- Evitar colocar elementos sobre el enfoscado hasta que esté completamente curado, lo cual puede tomar hasta 7 días.
Condiciones de seguridad: Revisar la estabilidad y seguridad del andamio y otras estructuras auxiliares al inicio de cada jornada laboral, y acordonar las áreas apropiadas para asegurar la seguridad de todos los involucrados.
Encofrado
El encofrado es un proceso en construcción donde se moldea el concreto. Utilizando maderas o chapas metálicas, se forma un molde que luego se llena con concreto. Cuando el concreto endurece, el encofrado se desmonta, dejando una estructura sólida conocida como concreto.
Este procedimiento de llenado es directo.
Durante el encofrado, es crucial construirlo robusto para resistir la presión del concreto fresco o los impactos del proceso de compactación hasta que el concreto desarrolle suficiente resistencia. Como se mencionó anteriormente, cuando el concreto incluye barras de acero corrugado, se convierte en concreto armado. Es esencial conectar eléctricamente el armazón de acero a la toma de tierra del edificio según la norma NTE-IEP/1973, que establece que estructuras como pararrayos y antenas, entre otros, deben estar conectadas a tierra.
Los moldes de encofrado deben ser lo suficientemente herméticos para evitar pérdidas significativas de la lechada de concreto, dependiendo del método de compactación utilizado.

Si el encofrado es de madera, es importante que las superficies estén limpias y sin clavos sobresalientes. Los clavos en el encofrado deben insertarse solo parcialmente para facilitar su desmontaje posterior. Los encofrados de madera deben humedecerse para prevenir la absorción del agua del concreto. Evite encofrados improvisados, ya que pueden ser inestables y peligrosos. Asegúrese de que el concreto no se filtre a través de las grietas del encofrado y retire los encofrados sin causar vibraciones o daños al concreto.
No utilice sustancias como gasóleo o grasa como desmoldantes; opte por productos adecuados que no dejen residuos dañinos en el concreto. Distribuya el concreto uniformemente al verterlo para evitar la segregación del agua y la concentración de presión en áreas específicas del encofrado. De ser posible, vierta el concreto de una sola vez y a baja altura para evitar daños por caída libre.
El desencofrado debe realizarse solo cuando el concreto haya alcanzado la resistencia necesaria.
Colocación de Azulejos
Este método se utiliza tanto en interiores como exteriores, ofreciendo una función más que estructural, de protección y acabado estético. El alicatado implica el uso de cerámica y azulejos, que se adhieren a las paredes con diferentes adhesivos o morteros.
Esta técnica, antigua como las villas romanas y sus mosaicos, es común en cocinas, baños y otros espacios que requieren condiciones sanitarias específicas debido a su resistencia al desgaste y la humedad.
Los métodos para el alicatado incluyen:
- Uso de mortero de cemento.
- Uso de adhesivos especiales.
El azulejo es la cerámica utilizada, y el alicatado incluye la técnica precisa de corte y colocación de estas piezas en formatos como juntas discontinuas, continuas o en diagonal.
Para iniciar, es crucial trazar una guía para la primera fila de azulejos, que determinará la alineación de todo el trabajo. Una colocación incorrecta aquí afectará toda la instalación.
Mantenimiento y Conservación:
- No se requiere un cuidado especial más allá de mantener piezas de repuesto por si es necesario reemplazar algún azulejo dañado.
- Evitar golpes con objetos duros que puedan romper o desportillar los azulejos.
- Limpiar con suavidad usando agua y un detergente suave, evitando materiales abrasivos o ácidos que puedan dañar los azulejos y las juntas.
- Si se detecta un sonido hueco al golpear, indica que los azulejos pueden estar despegándose. Es importante reparar o reemplazar estos azulejos antes de que se desprendan completamente.
Revisiones:
- Realice chequeos cada cinco años para asegurar que los azulejos estén firmemente adheridos, identificando cualquier pieza suelta por el sonido al golpearlas.
Restauración de Muros de Piedra:
Las humedades y las sales deterioran los muros de piedra visible a través de manchas en las partes inferiores de los muros. Es crucial permitir que la humedad escape para minimizar el daño.
Pasos para la reparación incluyen:
- Remover piedras inestables, restos de mortero o revestimientos, y vaciar las juntas a una profundidad adecuada.
- Limpiar el soporte de polvo y suciedad. En casos de absorción desigual, aplicar una malla galvanizada y usar un mortero especial contra la humedad.
- Rellenar huecos significativos con piedras y asegurarlas con mortero antihumedad.
- Aplicar una capa de mortero antihumedad con espesor mínimo de 2 cm, finalizando con un fratasado o raspado para dar el acabado deseado.