Enemas
Un enema consiste en la introducción de un líquido o solución en el intestino grueso a través del ano. La cantidad de líquido varía según la edad y el caso específico (niños pequeños o adultos) y se administra con diferentes finalidades. A continuación, se describen dos tipos principales de enemas.
Enema de Limpieza o Evacuante
Este enema se utiliza para vaciar el recto y el colon de heces. Funciona estimulando el peristaltismo mediante la irritación del colon y el recto, así como por la distensión causada por el volumen del líquido. Es uno de los enemas más comunes y, dependiendo de su composición, existen varios tipos:
- Composición: Puede incluir:
- Una solución de agua y sal (media cucharadita por litro).
- Agua y glicerina (80 gramos por litro de agua).
- Agua con aceite (cuatro cucharadas por litro).
- Agua jabonosa.
- Agua pura.
- Una solución de lactulosa (enema de Duphalac).
- Una solución de fosfato monosódico monohidratado, fosfato bisódico y agua (enema Casen). Este es un preparado comercial. La cantidad a introducir en un adulto es de 250 ml y de 80 ml en un niño.
- Para causar distensión del intestino grueso, es suficiente entre 500 ml y 1000 ml de líquido cuando no es un enema comercial.
- Temperatura: La solución debe estar templada a 37 ºC.
- Tiempo: Se recomienda que el paciente retenga el enema de cinco a diez minutos.
- Indicaciones:
- En casos de estreñimiento.
- Antes de una exploración radiológica del recto.
- En cirugía (preoperatorio).
- Antes y después del parto.
- Después de la extracción de un fecaloma.
- Para obtener una muestra de heces en algunos casos.
- Antes de administrar un enema alimenticio o medicamentoso.
- Contraindicaciones: No debe realizarse en casos de abdomen agudo, apendicitis, peritonitis, obstrucción intestinal reciente, y traumatismo intestinal.
- Instrumental Necesario:
- Depósito, tubo de caucho y espita. La altura del depósito condiciona la velocidad de la irrigación (cuanto más alto, mayor velocidad).
- Sonda rectal.
- Protector de cama (hule), cuña.
- Papel higiénico.
Enemas de Retención
Enema Oleoso o Emoliente
Este tipo de enema lubrica el recto y el colon sigmoideo, ablanda las heces y protege la mucosa intestinal.
Composición: Generalmente se usa aceite de oliva puro, aunque también pueden emplearse otros aceites como el mineral o el de almidón. El enema emoliente se utiliza para cubrir la mucosa del colon y suavizar el tejido irritado, comúnmente empleando 180 ml de solución de almidón.
Temperatura: La solución debe estar tibia, aproximadamente a 37 °C.
Indicaciones: Se recomienda en casos de estreñimiento crónico, hemorroides o presencia de un fecaloma (una masa endurecida de heces en el recto). En este último caso, el enema oleoso se aplica la noche anterior y al día siguiente se administra un enema de limpieza. Si hay un fecaloma, se puede intentar partirlo o extraerlo mediante un tacto rectal.
Enema Medicamentoso
Este enema consiste en la introducción de medicamentos a través del recto. Está indicado cuando la vía oral no puede o no debe ser utilizada y el medicamento no puede ser administrado de otra forma. La mucosa rectal tiene una alta capacidad de absorción, permitiendo que los medicamentos ingresen al torrente sanguíneo.
Cantidad: La cantidad máxima de solución medicamentosa es de 180 ml.
Tipos: El enema medicamentoso puede ser estimulante, anestésico, laxante, antiséptico, sedante o antihelmíntico (para expulsar o destruir lombrices intestinales).
Preparación: Siempre se debe aplicar un enema de limpieza antes de administrar un enema medicamentoso, para asegurar que el intestino esté libre de materia fecal y los medicamentos se absorban fácilmente.
Enema Alimenticio
Este tipo de enema se utiliza para introducir sustancias nutritivas por vía rectal, que serán absorbidas por la mucosa del recto. Está indicado cuando no se pueden usar las vías oral y parenteral para alimentar al paciente. El alimento debe ser líquido y no exceder los 180 ml.
Preparación: Es esencial administrar un enema de limpieza antes de un enema alimenticio.
Enema Opaco o Baritado
Se utiliza para realizar un estudio radiológico completo del intestino con fines diagnósticos, ya que el bario es opaco a los rayos X. Al introducir bario, se obtiene una imagen clara del intestino en la radiografía, facilitando el diagnóstico de diversas patologías. Este procedimiento suele ir precedido por un enema de limpieza.
Otros Tipos de Enemas
- Enema Carminativo: Para la expulsión de gases, como la “lavativa de Harris” o “enema de flujo de vuelta,” que irriga la parte inferior del colon y recto para aliviar la distensión abdominal causada por gases.
- Enema Antiséptico: Para matar o inactivar microorganismos.
- Enema Gota a Gota de Murphy o Proctoclisis: Para incorporar gran cantidad de líquido en el recto.
Colaboración en los Cuidados de los Pacientes a los que se les Administran Enemas
La administración de una solución para el lavado por vía rectal, con el objetivo de lograr un vaciamiento intestinal, debe realizarse bajo la responsabilidad del enfermero y con la colaboración del personal auxiliar.
Los auxiliares de enfermería deben colaborar en las siguientes tareas:
- Preparar y disponer el instrumental, materiales y medicamentos que se utilizarán (vaselina o lubricante, guantes desechables, gasas, esponja, toallas, palangana, empapador, cuña, enema, etc.).
- Asegurar que la habitación donde se realizará el procedimiento mantenga una temperatura agradable y que todo esté limpio y ordenado. Asimismo, preparar la cama del paciente si el enema se va a administrar en ella.
- Colaborar con el enfermero/a para informar al paciente sobre el procedimiento y tranquilizarlo si es necesario.
- Si se trata de un enema jabonoso, preparar la mezcla de agua y jabón en un recipiente, purgar el sistema de irrigación retirando el aire del circuito, y asegurarse de que la solución esté a una temperatura de 37 ºC.
- Colocar al paciente en posición de Sims (decúbito lateral izquierdo con la rodilla derecha flexionada).
- Colaborar con el enfermero en la aplicación del enema y en todas las etapas del procedimiento según se le indique: ponerse los guantes, realizar el sondaje rectal eliminando el aire del tubo antes de introducirlo en el recto, lubricar la parte final de la sonda, conectar la sonda al sistema de irrigación, regular la entrada del líquido para que pase lentamente, retirar la sonda una vez introducido el líquido (esperar al menos 10-15 minutos para que el enema haga efecto), colocar la cuña y retirarla después de la evacuación.
- Si el paciente se queja de dolor o tiene dificultad para retener el enema, suspender la irrigación y pedirle que respire profundamente antes de reanudar la irrigación lentamente.
- Lavar y cambiar la ropa del paciente, así como la ropa de cama, una vez finalizado el procedimiento.
- Además, el auxiliar debe encargarse de la limpieza y desinfección de la cuña y del recipiente de irrigación, así como de la eliminación del material desechable utilizado durante el procedimiento.
Aplicación de Enemas en Colostomía
Existen varias razones para aplicar un enema en un paciente con colostomía, entre las que se incluyen:
- Preparación para pruebas radiológicas.
- Preparación para cirugía.
- Evacuación en caso de estreñimiento.
Es importante proporcionar al paciente un ambiente privado para que se sienta cómodo. La técnica generalmente se realiza con el paciente sentado y debe ser llevada a cabo por el personal médico con la ayuda del auxiliar.
Desimpactación Manual de Heces
Este procedimiento está indicado cuando el paciente muestra síntomas de impactación fecal, específicamente en casos de fecaloma. Los fecalomas son masas de materia fecal endurecida y de difícil eliminación.
Material Necesario
- Guantes no estériles.
- Lubricante hidrosoluble.
- Recipiente para residuos.
- Material para la higiene de los genitales según el protocolo.
Procedimiento
- Explicar el procedimiento al paciente.
- Colocar al paciente en decúbito lateral derecho, con la pierna derecha extendida y la rodilla izquierda flexionada, para facilitar la extracción de las heces colocando el colon sigmoideo en la parte más alta.
- Ponerse los guantes estériles y lubricar abundantemente el dedo índice.
- Introducir el dedo índice en el recto hasta la distancia máxima posible.
- Retirar las heces con un movimiento de retracción del dedo, repitiendo el proceso tantas veces como sea necesario hasta extraer la mayor cantidad de heces posibles.
- Durante el procedimiento, vigilar la aparición de posibles reacciones vagales como bradicardia, sudoración, palidez, etc.
- Registrar el procedimiento, su efectividad, las características de las heces y cualquier incidencia observada.
Estos pasos aseguran que el procedimiento se realice de manera efectiva y segura para el paciente.