4. Recogida de excretas con utilización de cuña y/botella. TEMA 5 AUXILIAR DE ENFERMERÍA – GRUPO IV – JCCM
12 de julio de 2024ÍNDICE – TEMA 6 AUXILIAR DE ENFERMERÍA – GRUPO IV – JCCM
12 de julio de 2024Principios Anatómicos del Aparato Locomotor
El Aparato Locomotor
El aparato locomotor humano está compuesto por una serie de estructuras que permiten el movimiento del cuerpo. Este sistema ha evolucionado a lo largo del tiempo hasta permitir la postura erguida, utilizando solo las extremidades inferiores para caminar.
Al mismo tiempo, las extremidades superiores han desarrollado movimientos más precisos y delicados, dejando de ser usadas para la locomoción y convirtiéndose en miembros aptos para la manipulación.
El aparato locomotor posibilita cualquier tipo de movimiento, ya sea de manipulación o de desplazamiento. Está constituido por:
- El sistema óseo.
- El sistema muscular.
- Las articulaciones.
Huesos, articulaciones y músculos forman una unidad funcional conocida genéricamente como aparato locomotor. El esqueleto proporciona a los músculos las palancas óseas que permiten transmitir a distancia el efecto de las contracciones musculares.
Los Huesos
Los huesos se han clasificado según varios criterios, basados en sus dimensiones y su forma.
1. Según el tamaño:
- Largos: El eje longitudinal es predominante sobre las demás dimensiones (fémur, húmero…).
- Cortos: Todas sus dimensiones son aproximadamente iguales (huesos de la muñeca, como el escafoide, piramidal, grande, ganchoso, etc.).
- Anchos o planos: La dimensión predominante es la anchura (huesos de la cavidad craneal, como los parietales, occipital, etc.).
2. Según la morfología:
- Radiados: Presentan un cuerpo relativamente voluminoso del que parten diversas ramificaciones (esfenoides, vértebras…).
- Arqueados: Piezas curvadas en forma de arco (mandíbula, costillas, hioides…).
- Papiráceos: Formados por laminillas de tejido óseo compacto (etmoides, unguis…).
Características y Funciones del Esqueleto
El conjunto de huesos en el cuerpo humano constituye el esqueleto. Este está formado por la yuxtaposición de piezas rígidas que están articuladas entre sí.
Los huesos y, por ende, el esqueleto, tienen varias funciones importantes, tales como:
- Actuar como palancas óseas para facilitar el movimiento de las articulaciones móviles.
- Servir como un marco sólido y resistente que amortigua las fuerzas que actúan sobre el cuerpo, como la gravedad, golpes y choques.
- Formar estructuras protectoras que resguardan los órganos vitales (por ejemplo, la cavidad torácica protege el corazón y la cavidad craneal protege el cerebro).
- El tejido óseo (médula ósea) es responsable de la producción de sangre (hematopoyesis).
- Almacenar sales de calcio y fósforo, participando en su metabolismo.
- Participar en la formación y reabsorción del tejido óseo.
El esqueleto humano representa aproximadamente un tercio del peso corporal de un adulto.
Está compuesto por 206 piezas, unidas entre sí por articulaciones, con la excepción del hueso hioides. No se incluyen en esta cifra los llamados huesos wormianos y sesamoideos de los pies y manos, ya que varían en número según la persona.
Composición del Tejido Óseo
La sustancia ósea se compone de dos tipos de elementos:
- Sustancia orgánica u osteoide: Formada por proteínas, especialmente colágeno (95% del total), que corresponde a un tejido conjuntivo especializado en el depósito de minerales.
- Mineral: Conjunto de sales minerales ricas en calcio que se depositan sobre la trama orgánica. El calcio se encuentra en los huesos en forma de microcristales de hidroxiapatita.
El tejido óseo es una variante del tejido conjuntivo y contiene todos los elementos característicos de este tipo de tejido:
- Células: Incluyen osteoblastos, osteocitos y osteoclastos.
- Fibras: Sustancia intracelular de naturaleza proteica, principalmente colágena.
- Sustancia fundamental: También llamada sustancia intracelular.
Osteoblastos: Son las células que producen la sustancia osteoide (fibras de colágeno y sustancia fundamental). A medida que producen más sustancia osteoide, los osteoblastos quedan atrapados en ella y se transforman en células maduras llamadas osteocitos.
Osteoclastos: Son células que se encargan de la reabsorción del tejido óseo, tanto la parte proteica como la mineral, siendo así las células que destruyen el hueso.
La sustancia fundamental del hueso está formada por una sustancia osteomucoide denominada osteína.
El hueso está impregnado con minerales, principalmente sales de calcio, fosfato y carbonato, combinados en forma de hidroxiapatita cristalizada, y en menor proporción otros minerales como magnesio, cloruro, fluoruro y sodio. Estos cristales tienen forma de aguja y se disponen en la sustancia fundamental, sobre y entre las fibras de colágeno.
Estructura y Partes del Hueso
Huesos Largos
Un hueso largo está compuesto por las siguientes partes:
- Cuerpo o diáfisis: Es la parte central del hueso, correspondiente al tercio medio del mismo. La diáfisis está formada por una capa de tejido óseo compacto que rodea un conducto central llamado conducto medular. El conducto medular está revestido internamente por una membrana de tejido conjuntivo llamada endostio. Este conducto está lleno de médula ósea, la cual es responsable de la producción de las células sanguíneas.El hueso está cubierto externamente por otra membrana de tejido conjuntivo llamada periostio, que es responsable del crecimiento en grosor de los huesos durante el periodo de crecimiento. El tejido óseo compacto de la diáfisis de un hueso largo está atravesado por pequeños conductos cilíndricos ramificados llamados conductos de Havers, que se extienden longitudinalmente. Estos conductos contienen vasos sanguíneos y se comunican con la superficie externa del hueso y con la cavidad medular a través de conductos transversales denominados conductos de Volkmann.
- Epífisis: Son los extremos distales del hueso. En esta zona se encuentran las carillas articulares que permiten la formación de articulaciones entre dos huesos contiguos. Las epífisis están formadas por tejido esponjoso, que consiste en pequeñas celdillas formadas por laminillas de tejido óseo compacto llamadas trabéculas, similares a un panal de abejas, y están llenas de médula ósea.
- Metáfisis: Es la porción entre la diáfisis y la epífisis. Incluye una línea o banda donde se encuentra el cartílago de crecimiento, el cual permite el crecimiento en longitud de los huesos largos en niños y jóvenes.
Huesos Planos
Como su nombre lo indica, los huesos planos son aplanados. Están formados por dos láminas de tejido óseo compacto, denominadas tabla interna y tabla externa. Entre ambas tablas se encuentra una trama de tejido esponjoso llamada diploe, que contiene médula ósea roja. Ejemplos de huesos planos son los huesos del cráneo.
Huesos Cortos
En los huesos cortos, ningún diámetro predomina sobre los demás, sino que todas sus dimensiones son aproximadamente iguales. Tienen la misma estructura que las epífisis de los huesos largos, es decir, son masas de tejido esponjoso envueltas por tejido óseo compacto.
En cualquier tipo de hueso, las laminillas óseas que forman el tejido óseo compacto se organizan en relación con los vasos sanguíneos que los atraviesan.
Biología del Hueso
El hueso es un órgano en constante equilibrio dinámico, sometido a procesos continuos de formación y destrucción del tejido óseo. Esto se lleva a cabo mediante los siguientes mecanismos:
- Reabsorción: Es un proceso que implica la lisis o destrucción del tejido óseo, con la movilización y el paso de las sales almacenadas en el hueso hacia la sangre. Este proceso es llevado a cabo por los osteoclastos.
- Aposición: Consiste en la formación de nuevo tejido óseo con el depósito de sales cálcicas sobre la estructura proteica del hueso. Este proceso es realizado por los osteoblastos.
Ambos procesos suelen estar en equilibrio, aunque durante las etapas de crecimiento predomina la aposición, y en la vejez puede predominar la reabsorción, debido a la mayor actividad de los osteoclastos, lo que lleva a la osteoporosis. El proceso de aposición y reabsorción del tejido óseo está regulado por la acción de la paratohormona.
La médula ósea, que se encuentra en los conductos medulares y en el tejido esponjoso de los huesos cortos y planos, se presenta en dos tipos: médula ósea roja y médula ósea amarilla. La médula ósea roja es la más importante biológicamente, ya que es responsable de producir las células sanguíneas (glóbulos rojos o eritrocitos, glóbulos blancos o leucocitos y plaquetas) a partir de células precursoras inmaduras alojadas en la médula.
En los recién nacidos, toda la médula ósea es roja. Con el tiempo, se va sustituyendo parcialmente por médula ósea amarilla. En los adultos, la médula ósea roja persiste principalmente en los huesos del tronco y del cráneo, mientras que en las extremidades predomina la médula ósea amarilla. La médula ósea amarilla no tiene función hematopoyética (productora de sangre) en condiciones normales, pero en caso de necesidad, puede transformarse en médula ósea roja y volver a producir sangre. La médula ósea amarilla se denomina así debido a su alto contenido en grasa.
Patología del Hueso
Las patologías y síntomas más comunes que afectan a los huesos son:
- Ostalgia u Osteodinia: Dolor en uno o más huesos.
- Ostalgitis: Inflamación ósea acompañada de dolor.
- Osteítis: Inflamación aguda o crónica de un hueso, generalmente afectando su cavidad.
- Osteítis deformante o Enfermedad de Paget: Enfermedad inflamatoria del tejido óseo metabólico de causa desconocida.
- Ostempiesis: Supuración dentro del hueso.
- Osteoanabrosis: Atrofia o erosión del hueso.
- Osteoartritis: Artritis en la articulación de los huesos.
- Osteocia: Disminución de la densidad del hueso.
- Osteomalacia: Reblandecimiento de los huesos, que ocurre principalmente después de embarazos repetidos, caracterizado por la progresiva blandura de los huesos y aumento de su flexibilidad y fragilidad.
- Osteomielalgia: Dolor en la médula ósea.
- Osteomielitis: Infección piógena con inflamación del tejido óseo y la médula ósea, siendo un tipo de osteítis.
- Osteonecrosis: Necrosis del tejido óseo.
- Osteosarcoma: Sarcoma óseo (tumor maligno).
Huesos de las Distintas Regiones Corporales
La Cabeza
En la cabeza se pueden distinguir dos tipos de huesos según su ubicación:
- Huesos del cráneo: Situados en la parte superior, lateral e inferior de la cabeza, forman una cavidad que alberga los principales órganos del sistema nervioso central.
- Huesos de la cara: Forman las cavidades orbitarias, nasales y la boca.
Huesos del Cráneo
El cráneo está compuesto por 8 huesos diferentes, fuertemente unidos entre sí mediante articulaciones inmóviles llamadas suturas. En los primeros años de vida, estos huesos tienen áreas membranosas no osificadas llamadas fontanelas.
- Frontal: Es un hueso único ubicado en la parte anterior y superior del cráneo. Tiene dos porciones: horizontal y vertical. La porción horizontal forma parte del techo de las cavidades orbitarias y de la base del cráneo en su parte más anterior. La porción vertical forma parte de la bóveda craneal y, en su espesor, justo por encima de las órbitas, presenta dos cavidades llamadas senos frontales, que en condiciones normales están llenas de aire y se comunican con las fosas nasales.
- Parietales: Son dos huesos, uno a cada lado de la línea media, donde se articulan entre sí. Cubren las partes laterales y superiores de la bóveda del cráneo.
- Temporales: Son dos, ubicados a ambos lados del cráneo en posición lateral e inferior. Constan de dos partes diferenciadas:
- Peñasco: Forma parte de la base del cráneo en su porción lateral y aloja el órgano del oído.
- Porción superior: Se extiende hacia arriba, formando parte de la pared lateral de la bóveda del cráneo.
- Occipital: Situado en la parte posterior e inferior del cráneo, contribuye a la formación de la base del mismo en su parte posterior. En su base presenta un gran orificio llamado foramen magnum o agujero occipital, por donde descienden las vías nerviosas.
- Etmoides: Es un hueso pequeño, situado en la parte central de la base del cráneo, justo detrás de la porción horizontal del frontal. Forma parte de la base del cráneo y presenta prolongaciones hacia abajo que forman parte de las fosas nasales.
- Esfenoides: Situado en la línea media de la base del cráneo y en la parte central de dicha base. Se encuentra detrás de la porción horizontal del frontal y del etmoides. Está formado por dos partes:
- Cuerpo: Porción central que forma parte de la base del cráneo. En su cara superior presenta una depresión llamada silla turca, donde se aloja la glándula hipofisaria.
- Alas: Prolongaciones en forma de alas que también forman parte de la base del cráneo y de las paredes de las cavidades orbitarias.
Huesos de la Cara
- Maxilares Superiores: Son dos, uno a cada lado de la línea media, derecho e izquierdo. Se unen en la línea media, formando la mayor parte de la estructura ósea de la cara. En su interior, presentan cavidades llenas de aire llamadas senos maxilares. Tanto los senos maxilares como los senos frontales son cavidades neumáticas que ayudan a reducir el peso de la cabeza. Estos huesos también contribuyen a formar las paredes inferiores e internas de las cavidades orbitarias, las paredes de las fosas nasales y el techo de la boca (paladar duro).
- Mandíbula: Anteriormente conocida como maxilar inferior, es un hueso arqueado que presenta en sus extremos terminales superficies articulares llamadas cóndilos. Estos se articulan con los huesos temporales, formando la articulación temporo-mandibular, que tiene gran movilidad para permitir la masticación y la fonación.
- Huesos Nasales: Son dos pequeños huesos en forma de cuadrilátero, unidos en la línea media. Se articulan con los maxilares superiores y con el hueso frontal, formando el dorso y el techo de la nariz.
- Huesos Malares: Son dos y forman parte de los pómulos de la cara, así como de las paredes externas de las cavidades orbitarias.
- Palatinas: Consta de dos láminas, una horizontal y otra vertical. La lámina horizontal se articula con el esfenoides y la lámina vertical con el maxilar superior. Forman parte del paladar duro.
- Vómer: Situado en el tabique de la fosa nasal, tiene forma romboide.
- Cornetes: Son huesos aplanados y curvos. Su cara interna es convexa y mira hacia el vómer, mientras que la cara externa es cóncava. Se encuentran en las fosas nasales.
- Unguis: Es un pequeño hueso situado en el canal lagrimal.
Huesos del Cuello
En el cuello, además de las vértebras cervicales, se encuentra el hueso hioides en su parte anterior. Es el único hueso que no se articula con otro, y forma la parte superior de la laringe.
Huesos del Tronco
Huesos de la Columna Vertebral
La columna vertebral está compuesta por 24 huesos apilados uno sobre otro como una torre de monedas, conocidos como vértebras. Estas vértebras se conectan entre sí mediante articulaciones dotadas de ligamentos y músculos que mantienen firmemente unidas las distintas piezas. La unión de estas piezas constituye la columna vertebral o raquis. El raquis se conecta en su parte superior con la base del cráneo y termina en su parte inferior en una estructura ósea llamada coxis.
En la columna vertebral se distinguen tres secciones diferentes:
- Raquis cervical: es la parte superior de la columna y corresponde al cuello. Está formada por 7 vértebras, denominadas vértebras cervicales. Son las vértebras menos gruesas y las que tienen mayor movilidad. Se numeran de arriba hacia abajo. La primera vértebra cervical se llama atlas y la segunda axis.
- Raquis dorsal o torácico: se encuentra justo debajo de la porción cervical. Esta sección no es exclusivamente torácica, ya que desciende hasta la cavidad abdominal, por lo que es más correcto llamarla raquis dorsal. Está compuesta por 12 vértebras, más gruesas que las cervicales y con menor movilidad. El grosor de las vértebras aumenta progresivamente a medida que se desciende.
- Raquis lumbar: ubicado entre la columna dorsal y el sacro, se encuentra en la porción dorsal del abdomen. Está formado por 5 vértebras, que son las más robustas y gruesas de toda la columna vertebral, y tienen poca movilidad.
El sacro es una estructura ósea formada por la fusión de las últimas vértebras del raquis. Se encuentra entre la columna dorsal y el coxis. Lateralmente, se articula con los huesos que forman la pelvis, formando el cinturón pelviano y delimitando una cavidad conocida como cavidad pelviana.
El coxis está compuesto por 4 o 5 vértebras muy rudimentarias, fusionadas entre sí, y representa el extremo final de la columna vertebral. En otros mamíferos, equivale a la cola.
La columna vertebral no es recta, sino que presenta curvaturas tanto en sentido lateral como anteroposterior. Estas curvaturas, hasta cierto punto, se consideran fisiológicas y ayudan a mantener el equilibrio del cuerpo cuando estamos de pie. Las curvaturas con concavidad hacia atrás se llaman lordosis, y las que tienen convexidad hacia atrás se llaman cifosis. En condiciones normales, el raquis presenta una lordosis cervical, una cifosis dorsal y una lordosis lumbar.
Huesos del cinturón escapular y de las extremidades superiores
El cinturón escapular
La extremidad superior está formada por el brazo, antebrazo y mano. Estos fragmentos se hallan unidos entre sí y al tórax por medio de articulaciones.
La unión del miembro superior con el tórax se realiza gracias a la articulación del hombro a través de la cintura esca pular.
La cintura escapular está formada por los huesos: clavícula y omóplato o escá pula.
Omóplato o escápula: es un hueso plano, con forma triangular. Su cara anterior se apoya sobre la parte su perior y posterior de la pared toráci ca, separado de esta por una especie.
Características de las Vértebras
Las vértebras del raquis tienen diferentes formas y tamaños, pero todas comparten características comunes:
- Son huesos cortos compuestos por una capa externa de tejido óseo compacto que rodea el tejido óseo esponjoso en el interior.
- Cada vértebra tiene dos partes principales:
- Cuerpo vertebral: es la parte frontal y más gruesa de la vértebra.
- Apófisis vertebrales: consisten en cuatro proyecciones, dos que se dirigen hacia atrás (apófisis espinosas) y dos que se dirigen lateralmente (apófisis transversas). Las apófisis espinosas son dos prolongaciones que salen de los lados del cuerpo vertebral y se dirigen hacia atrás hasta encontrarse en la línea media posterior, delimitando un agujero llamado agujero vertebral, que mide entre 2 y 4 cm de diámetro. Este agujero es atravesado por la médula espinal. Las apófisis transversas sirven como puntos de inserción para los músculos.
Las vértebras de la región dorsal también presentan unas carillas laterales que permiten la inserción de las costillas, que forman la caja torácica.
Huesos del Tórax
Los huesos del tórax, al articularse entre sí, forman una estructura ósea que protege a las vísceras alojadas en esta cavidad, conocida como la caja torácica. La caja torácica está formada por los siguientes huesos: esternón, costillas y vértebras dorsales.
- Esternón: es un único hueso situado en la línea media y en la parte anterior del tórax. Está compuesto por una capa externa de tejido óseo compacto que rodea el tejido óseo esponjoso, rico en médula ósea. El esternón consta de tres partes: una porción superior llamada manubrio esternal, una parte media llamada cuerpo y una porción inferior o apéndice xifoides. Es un hueso alargado que presenta en sus bordes laterales carillas articulares mediante las cuales se articula con el extremo anterior de las costillas.El manubrio esternal también se articula en su extremo anterolateral con la clavícula, que forma parte de la cintura escapular y cierra la parte superior de la caja torácica.
- Costillas: son huesos largos que describen una curvatura en forma de arco y tienen forma de “S” itálica. Hay 12 pares de costillas. Cada par se articula por detrás con la vértebra dorsal correspondiente. Los primeros 7 pares de costillas se articulan por delante directamente con el esternón. Los pares 8, 9 y 10 se unen entre sí y al esternón a través de cartílagos, por lo que se denominan costillas falsas. Los pares 11 y 12 quedan libres en su extremo anterior, sin articularse, por lo que se llaman costillas flotantes.
Huesos del Cinturón Escapular y de las Extremidades Superiores
El Cinturón Escapular
La extremidad superior está compuesta por el brazo, el antebrazo y la mano. Estas partes están conectadas entre sí y al tórax mediante articulaciones. La unión del miembro superior con el tórax se lleva a cabo a través de la articulación del hombro, mediante la cintura escapular.
La cintura escapular está formada por dos huesos: la clavícula y el omóplato o escápula.
- Omóplato o Escápula: es un hueso plano con forma triangular. Su cara anterior se apoya sobre la parte superior y posterior de la pared torácica, separada de esta por una masa muscular que actúa como una almohadilla. La escápula tiene dos prolongaciones, una llamada espina escapular, que termina en el acromion (la superficie donde se articula con la clavícula). También presenta en su borde externo una cavidad articular para conectarse con la cabeza del húmero.
- Clavícula: es un hueso largo con forma de “S” itálica, situado horizontalmente en la parte anterior y superior del tórax. En su extremo interno se articula con el manubrio del esternón y en su extremo externo con la escápula.
Huesos de las Extremidades Superiores
Los huesos de las extremidades superiores, de arriba hacia abajo, son:
- Húmero: es un hueso largo ubicado en el brazo. Su epífisis superior, o proximal, termina en una superficie redondeada conocida como cabeza del húmero, que se articula con la escápula. La epífisis inferior, o distal, presenta dos superficies articulares para los huesos del antebrazo: una redondeada llamada cóndilo, que se articula con el radio, y otra en forma de silla de montar denominada tróclea, que se articula con el cúbito.
- Cúbito: es un hueso largo que, junto con el radio, forma los huesos del antebrazo. Su epífisis superior se articula con la epífisis inferior del húmero, permitiendo los movimientos de flexión y extensión del codo. La epífisis inferior se articula con los huesos de la muñeca.
- Radio: situado paralelamente al cúbito en el antebrazo. Su extremo superior, o cabeza, se articula con el cóndilo del húmero, y su epífisis distal se articula con los huesos de la muñeca.
- Huesos de la muñeca (carpo): compuesta por 8 huesos pequeños y cortos, dispuestos en dos hileras, una sobre la otra. En la hilera superior se encuentran los huesos piramidal, semilunar y escafoides. Estos huesos se articulan con los huesos del antebrazo en su extremo proximal y con los huesos de la segunda hilera en su extremo distal. La hilera inferior está formada por el trapecio, trapezoide, grande, ganchoso y pisiforme. La segunda hilera se articula con los huesos de la primera hilera en su extremo proximal y con los huesos de la mano (metacarpianos) en su extremo distal.
- Huesos de la mano (metacarpianos): son cinco huesos largos, llamados metacarpianos, cada uno correspondiente a un dedo. Se numeran del 1 al 5, comenzando por el pulgar.
- Huesos de los dedos: también son huesos largos. Cada dedo tiene 3 huesos llamados falanges, excepto el pulgar, que tiene dos. Se denominan primera, segunda y tercera falange, siendo la primera la que se articula con el metacarpiano.
Huesos del Cinturón Pélvico y de las Extremidades Inferiores
Pelvis
La pelvis, o cinturón pélvico, está compuesta por los huesos coxales, el sacro y el coxis.
- Coxal: está formado por la unión de tres huesos: ilion, isquion y pubis. La cara externa de este hueso presenta una depresión redondeada, denominada cavidad cotiloidea, donde se articula el fémur. En su borde posterior se une al sacro y en el borde anterior se une al pubis, formando con el hueso del lado opuesto una articulación conocida como sínfisis del pubis.
Los huesos de la pelvis están articulados de manera que no tienen movilidad, formando un cinturón llamado cinturón pélvico, que delimita una cavidad conocida como cavidad pelviana.
Las Extremidades Inferiores
Los huesos de las extremidades inferiores, de arriba hacia abajo, son:
- Fémur: es el hueso más largo del cuerpo y forma el esqueleto del muslo. Su epífisis superior presenta en su extremo proximal una estructura redondeada llamada cabeza, un cuello estrecho y dos prominencias conocidas como trocánter mayor y menor. La cabeza del fémur se introduce en la cavidad cotiloidea del hueso coxal, con el que se articula. La epífisis distal del fémur se articula con los huesos de la pierna y la rótula.
- Rótula: es un hueso corto situado en la parte anterior de la rodilla, dentro del tendón rotuliano. Cubre la articulación de la rodilla entre la tibia y el fémur en su parte delantera.
- Tibia: es un hueso largo que, junto con el peroné, forma el esqueleto de la pierna. Su extremo superior se articula con el extremo inferior del fémur y su extremo inferior se articula con los huesos del tobillo (astrágalo) y lateralmente con el peroné.
- Peroné: también es un hueso largo que, junto con la tibia, forma el esqueleto de la pierna. Su extremo superior, o cabeza, se articula con la epífisis superior de la tibia. La epífisis inferior forma parte de la articulación del tobillo, conocida como articulación tibio-peronea-astragalina.
- Huesos del pie: el pie consta de 7 huesos cortos llamados: astrágalo, calcáneo, cuboides, escafoides y las tres cuñas (primera, segunda y tercera). Además, el pie contiene huesos largos llamados metatarsianos, cinco en total, cada uno correspondiente a un dedo. Cada dedo tiene tres falanges, excepto el hallux (dedo gordo del pie) que tiene dos. El calcáneo forma el talón. Las tres cuñas y el cuboides se articulan por su parte anterior con los metatarsianos.
Clasificación de las Articulaciones
Las superficies de contacto entre dos huesos adyacentes se llaman articulaciones. Cada articulación está especializada en funciones específicas, que pueden variar desde una total ausencia de movilidad, cuyo principal propósito es cerrar mecánicamente una cavidad (función protectora), como en las articulaciones del cráneo, hasta aquellas con gran movilidad que actúan como palancas óseas, como en la articulación de la rodilla.
Según su funcionalidad o grado de movilidad, las articulaciones se clasifican en:
- Sinartrosis: son articulaciones inmóviles, sin ningún tipo de movimiento. Los huesos se articulan mediante encajes similares a una sierra o un rompecabezas, formando una sutura perfecta. Estas se llaman articulaciones en sutura. Ejemplos incluyen los huesos de la bóveda craneal y el sacro.
- Anfiartrosis: permiten un grado muy limitado de movimiento. Son articulaciones semimóviles debido a que tienen muy poca movilidad. Ejemplos incluyen la sínfisis del pubis y las articulaciones intervertebrales.
- Diartrosis: tienen un amplio grado de movilidad. Las superficies articulares presentan formas variadas (esfera, receptáculo, etc.). Además, estas superficies están recubiertas por una membrana cartilaginosa que facilita el encaje entre las dos superficies articulares. La articulación está rodeada por una cápsula articular, que cierra y aísla las superficies articulares. Los huesos también están unidos por ligamentos de tejido conectivo fibroso que se extienden de un hueso a otro a través de la cápsula. Las diartrosis presentan un “arco de movimiento” elevado, es decir, el máximo desplazamiento que es posible realizar en una articulación.
Clasificación de las Articulaciones según su Estructura
Según su estructura, las articulaciones se clasifican en:
- Fibrosas: los huesos se unen mediante tejido fibroso o cartilaginoso. Ejemplo: la articulación entre los huesos que forman la bóveda craneal.
- Cartilaginosas: los huesos están unidos por cartílago hialino o cartílago fibroso. Ejemplo: sínfisis del pubis.
- Sinoviales: estas articulaciones tienen las siguientes partes:
- Cartílago articular: las superficies articulares están cubiertas por cartílago articular, que es de naturaleza hialina. Este cartílago no tiene sensibilidad porque carece de terminaciones nerviosas y no posee vasos sanguíneos; se nutre por imbibición del líquido presente en la cavidad articular.
- Aparato cápsula-ligamentoso: está formado por la cápsula articular y los ligamentos que la refuerzan.
- Cápsula articular: es una especie de manguito fibroso que se inserta en los bordes de las superficies articulares. Es laxa y floja, características que aumentan con la movilidad de la articulación. El grosor de la cápsula varía; en los puntos sometidos a mayor fuerza mecánica, se refuerza con ligamentos intrínsecos o internos.
- Ligamentos externos: refuerzan la cápsula articular, extendiéndose de un borde a otro de las superficies articulares por fuera de la cápsula.
- Ligamentos excepcionales: en algunas articulaciones, existe un ligamento adicional que va directamente de una cara articular a otra en el centro de la superficie articular. Ejemplo: ligamento redondo de la articulación de la cadera.
- Capa sinovial: es la capa interna del aparato cápsula-ligamentoso, que produce el líquido sinovial. Este líquido actúa como lubricante para la articulación y nutre los cartílagos articulares.
- Cavidad articular: en condiciones normales, es un espacio virtual comprendido entre las superficies articulares que contactan directamente entre sí mediante los cartílagos articulares.
Ejemplos de articulaciones sinoviales incluyen la cadera, la rodilla y el codo.
Clasificación de las Articulaciones según el Tipo de Movimientos
Las articulaciones pueden clasificarse según el tipo de movimientos que permiten:
- Artrodias o Planas:
- Las superficies articulares son planas.
- Permiten movimientos de deslizamiento de una superficie sobre otra.
- Ejemplo: articulaciones intertarsianas.
- Trocleares:
- Son articulaciones en forma de bisagra, donde la superficie cóncava de un hueso se articula con la superficie convexa de otro.
- Permiten movimientos de flexión y extensión.
- Ejemplo: articulaciones del codo y la rodilla.
- Trocoides:
- Una de las superficies articulares es cónica y se articula con una depresión correspondiente en la superficie del otro hueso.
- Permiten movimientos de rotación.
- Ejemplo: articulación radiocubital proximal.
- Condíleas:
- La superficie condílea de un hueso se articula con la cavidad elipsoidea de otro.
- Permiten movimientos biaxiales.
- Ejemplo: articulación radiocarpiana.
- Encaje Recíproco (En Silla de Montar):
- La superficie cóncavo-convexa de un hueso se articula con la superficie convexo-cóncava del otro.
- Permiten todo tipo de movimientos: flexión, extensión, rotación, etc.
- Ejemplo: articulación carpo-metacarpiana del dedo pulgar.
- Enartrosis:
- La superficie convexa de un hueso se articula con la superficie cóncava de otro.
- Permiten todo tipo de movimientos.
- Ejemplo: articulación del hombro y de la cadera.
Los Músculos
En un adulto sano y joven, la musculatura esquelética representa el 42% del peso corporal total. En las mujeres, este porcentaje es ligeramente menor, alrededor del 36%. La musculatura lisa y cardiaca constituye solo el 5-10% del peso corporal. Así, el tejido muscular se distribuye en el cuerpo de la siguiente manera:
- Musculatura lisa y cardiaca: 5-10% del peso corporal. Incluye los músculos de las vísceras, vasos sanguíneos, corazón, etc.
- Musculatura estriada: 42% del peso corporal. Compuesta por la musculatura esquelética.
Estructura
La unidad estructural del músculo, como órgano activo del movimiento, es la fibra muscular estriada. La longitud y grosor de estas fibras varía considerablemente dependiendo del músculo. Además, la fibra muscular es una célula multinucleada cuyo sarcoplasma contiene miofibrillas.
Las miofibrillas son responsables de la estriación transversal que se observa en las células al microscopio óptico, lo que da a esta musculatura el nombre de musculatura estriada.
Macroscópicamente, el músculo esquelético está compuesto por la agrupación de fibras musculares en forma de fascículos o haces. Estos se agrupan en fascículos primarios, secundarios y terciarios.
La unidad activa más simple del músculo estriado está formada por un conjunto de fibras cuyos extremos se unen para formar un pequeño tendón común, conocido como fascículo primario o miona. El fascículo primario solo puede dividirse en fibras musculares.
Dentro de cada fascículo primario, las fibras musculares están separadas entre sí por finos tabiques de tejido conjuntivo llamados endomisio. Cada fascículo primario está envuelto por una vaina de tejido conjuntivo denominada perimisio interno, por donde circulan vasos sanguíneos para nutrir la miona.
Varios fascículos primarios están a su vez envueltos por otra vaina de tejido conjuntivo, llamada perimisio externo, formando el fascículo secundario. Finalmente, todos los fascículos secundarios se agrupan por medio de una vaina de tejido conjuntivo denominada fascia, formando el fascículo terciario o músculo propiamente dicho.
Inserción de los Músculos
La mayoría de los músculos esqueléticos se insertan en los huesos a través de tendones. Los tendones son estructuras de tejido fibroso ricas en colágeno, de color blanco nacarado, que se incrustan e insertan en las áreas rugosas de los huesos.
Algunos músculos esqueléticos se insertan en aponeurosis o bandas fibrosas, como los músculos de la pared abdominal. Otros se insertan en la piel, como los llamados músculos cutáneos, e incluso algunos se insertan en mucosas, como los músculos de la lengua.
Movimientos Corporales
Los movimientos corporales se generan por la acción contráctil de los músculos, aplicada a un sistema de palancas óseas que se desplazan. Estas palancas óseas están formadas por huesos y articulaciones, y cada palanca ósea consta de:
- P: Potencia
- R: Resistencia
- A: Punto de apoyo
Existen tres tipos de palancas óseas:
- Palanca de primer género: el punto de apoyo (A) se encuentra entre la potencia (P) y la resistencia (R). Ejemplo: el peso de la cabeza (R) es contrarrestado por la acción de los músculos de la nuca (P), siendo la columna vertebral el punto de apoyo (A).
- Palanca de segundo género: la resistencia (R) se encuentra entre la potencia (P) y el punto de apoyo (A). Ejemplo: el pie (A) se apoya en el suelo y el peso del cuerpo (R) se aplica a través de los huesos de la pierna, mientras que la contracción de los músculos gemelos (P) eleva el cuerpo.
- Palanca de tercer género: la potencia (P) se encuentra entre la resistencia (R) y el punto de apoyo (A). Ejemplo: los huesos del antebrazo se apoyan en la articulación del codo (A) y el músculo bíceps se contrae (P), venciendo el peso del antebrazo (R).
Clasificación de los Músculos
Según su función o su acción en grupo, los músculos se clasifican en agonistas, antagonistas y sinérgicos.
- Agonistas: cuando dos o más músculos colaboran en la realización del mismo movimiento, se denominan músculos agonistas.
- Antagonistas: si realizan funciones opuestas (por ejemplo, flexión y extensión), se llaman antagonistas.
- Sinérgicos: actúan como agonistas al ayudar indirectamente en un movimiento. Estos músculos ayudan a estabilizar, dirigir o contribuir a un movimiento articular específico.
Clasificación de los Músculos según su Acción
Dependiendo de la acción que realizan, los músculos se pueden clasificar en distintos grupos:
a) Flexores: son los que doblan las articulaciones de las extremidades. Se encuentran en la parte posterior de las extremidades inferiores y en la parte anterior e interna de las extremidades superiores. Ejemplo: bíceps braquial, braquial anterior.
b) Extensores: son los que enderezan las extremidades. Están situados en la parte anterior de las extremidades inferiores y en la parte posterior y externa de las extremidades superiores. También incluyen los músculos extensores de la espalda. Ejemplo: tríceps braquial.
c) Abductores o Separadores: alejan los miembros de la línea media del cuerpo. Ejemplo: el movimiento de separación del brazo es realizado por los músculos supraespinoso y deltoides.
d) Aductores: acercan los miembros hacia la línea media del cuerpo. Ejemplo: el pectoral mayor, dorsal ancho y redondo mayor son responsables de la aproximación del brazo.
e) Rotadores: giran un miembro alrededor de su eje longitudinal. En el caso del miembro superior, la supinación o rotación externa ocurre cuando el miembro rota hacia afuera y la mano mira ligeramente hacia arriba, mientras que la pronación o rotación interna ocurre cuando el miembro rota hacia adentro y la mano mira ligeramente hacia abajo.
f) Circunducción: es un movimiento combinado que incluye flexión, extensión, abducción, aducción y rotación simultáneamente.
Músculos de la Cabeza y Cuello
Músculos de la Cabeza
La mayoría de los músculos de la cabeza son de tipo cutáneo, ya que se insertan en la piel. Generalmente, son músculos planos y de poca potencia. Son responsables de los movimientos de la mímica facial, permitiendo la realización de gestos y expresiones que reflejan el estado de ánimo de la persona.
Músculos del Cuello
La cabeza puede moverse en todas las direcciones gracias a la acción principalmente de los músculos del cuello. Estos músculos se extienden desde la cabeza hasta la parte superior del tórax, con inserciones en ambas áreas, proporcionando a la cabeza una amplia gama de movimientos. Los tres grupos principales de músculos del cuello son:
- Músculos laterales del cuello: son largos, gruesos y potentes. Ejemplo: esternocleidomastoideo.
- Músculos hioideos: ubicados en la parte anterior del cuello, se insertan en el hueso hioides. Ejemplo: tirohioideo, omohioideo, esternohioideo.
- Músculos prevertebrales: situados frente a la columna vertebral, son responsables de la flexión de la cabeza. La mayoría de ellos están formados por varios fascículos que se insertan en diversas vértebras o incluso en las primeras costillas.
Músculos del Tronco
La musculatura del tronco permite mantener erguida la columna vertebral y la cabeza, además de participar en los movimientos de los miembros superiores.
Parte Posterior del Tronco (Espalda)
- Trapecio: eleva el hombro.
- Dorsal ancho: baja el brazo cuando está elevado.
- Romboides: acerca el omóplato a la columna.
- Músculos de los canales vertebrales: situados profundamente a ambos lados de la columna vertebral, en los canales paravertebrales. Extienden la columna, permitiendo mantener la postura erecta sin inclinarse hacia adelante.
Parte Anterior del Tórax
- Pectoral mayor: es un músculo grande y fuerte de forma triangular, situado superficialmente. Se inserta en la clavícula, esternón y costillas, y su vértice se inserta en la cara anterior del húmero. Realiza el descenso y rotación interna del brazo.
- Pectoral menor: situado más profundamente que el pectoral mayor. Su parte externa se inserta en las primeras costillas, y su parte interna en la escápula. Al contraerse, eleva las costillas facilitando la inspiración si la escápula está fija, y baja la escápula si las costillas están fijas.
- Serrato mayor: conecta las primeras nueve costillas con la escápula, participando en los movimientos respiratorios como el pectoral menor.
- Músculos intercostales: situados en tres planos (externos, medios e internos) entre cada par de costillas, participan en los movimientos respiratorios.
Parte Anterior del Abdomen
- Oblicuo mayor, oblicuo menor y transverso: dispuestos en tres planos (de fuera hacia dentro) en el abdomen. Al contraerse, comprimen el abdomen y ayudan a elevar el diafragma, favoreciendo la expulsión de aire de los pulmones.
- Rectos anteriores: dos músculos largos que se extienden verticalmente en la cara anterior del abdomen a ambos lados de la línea media. Se insertan en las costillas y esternón en su extremo superior, y en el pubis en su extremo inferior. Flexionan el tronco sobre la pelvis y también ayudan en los movimientos respiratorios.
Músculos de las Extremidades Superiores
Músculos del Hombro
- Deltoides: es el músculo más superficial de esta región, con forma triangular. Su base se inserta en la escápula y clavícula, y su vértice en la cara externa del húmero. Su función principal es elevar el brazo.
- Supraespinoso: se extiende desde la escápula hasta el húmero. Este músculo separa y eleva el brazo.
- Infraespinoso: también se extiende entre la escápula y el húmero. Realiza la rotación externa del brazo.
- Redondo mayor y redondo menor: el redondo menor tiene funciones y inserciones similares al infraespinoso. El redondo mayor desplaza el brazo hacia adentro y hacia atrás.
- Subescapular: situado entre la parrilla costal posterior y el omóplato, actúa como una almohadilla que permite el movimiento de la escápula. Se extiende desde la cara anterior de la escápula hasta el troquín del húmero, realizando la aproximación y rotación interna del brazo.
Músculos del Brazo
En la cara anterior del brazo se encuentran los músculos coracobraquial, braquial anterior y bíceps. En la cara posterior se sitúa el tríceps.
- Coracobraquial: se inserta en la apófisis coracoides del omóplato en su extremo superior y en la cara interna del húmero en su extremo inferior. Permite el desplazamiento del brazo hacia adelante o hacia atrás, dependiendo de su posición inicial.
- Braquial anterior: se extiende entre la cara anterior del húmero y la apófisis coronoides del cúbito, permitiendo la flexión del antebrazo sobre el brazo.
- Bíceps: es un músculo alargado que se inserta en la escápula en su parte superior y en la protuberancia del radio en su extremo inferior. Realiza la flexión del antebrazo sobre el brazo.
- Tríceps: es un músculo con tres porciones. La porción larga se inserta en la escápula y se une con las otras dos más cortas, que se insertan en el húmero. Las tres porciones convergen en un solo tendón que se inserta en la cara posterior del olécranon del cúbito, permitiendo la extensión del antebrazo.
Músculos del Antebrazo y la Mano
Los músculos en la cara anterior del antebrazo se extienden hacia la muñeca y la mano, realizando principalmente movimientos de flexión de la muñeca y los dedos.
- Músculos flexores de la muñeca y mano: incluyen el palmar mayor, palmar menor y cubital anterior. Se insertan en la cara anterior de los huesos del antebrazo y se extienden hasta los huesos de la muñeca mediante largos tendones.
- Músculos extensores de la mano: incluyen el cubital posterior y los dos radiales, que también se extienden desde el antebrazo hasta la mano donde se insertan.
Además, los músculos que se insertan en las falanges de los dedos permiten movimientos especializados y precisos, relacionados con la presión y coordinación fina de los dedos.
Músculos de la Pelvis y de las Extremidades Inferiores
Músculos de la Región Lumbo-ilíaca
- Cuadrado lumbar: se inserta en las apófisis transversas de las vértebras lumbares y en la última costilla, extendiéndose hasta la cresta ilíaca. Al contraerse de un solo lado, inclina el tronco hacia ese lado. También participa en la espiración, ya que tira hacia abajo de la última costilla.
- Músculo psoas-ilíaco: compuesto por los músculos psoas e ilíaco. El psoas se inserta en las vértebras lumbares y el ilíaco en la porción ilíaca del hueso coxal. Ambos músculos se unen en la parte inferior y se insertan conjuntamente en el fémur. Ayuda a mantener la postura erguida estabilizando la pelvis y también realiza la aproximación y rotación externa del fémur. La contracción bilateral de estos músculos flexiona la columna vertebral.
Músculos de la Pelvis
- Glúteos: incluyen el glúteo mayor, glúteo medio y glúteo menor. Forman la masa muscular de la región glútea. Se insertan en la parte superior del hueso coxal y el sacro, y en la parte inferior en la cara posterior del fémur. Permiten mantener la postura erguida y la estabilidad corporal.
- Músculos obturadores y cuadrado crural: se insertan en la pelvis en su parte superior y en el trocánter mayor del fémur en su parte inferior. Realizan la rotación externa del fémur.
Músculos del Muslo
- Cuádriceps crural: compuesto por cuatro porciones: recto anterior, vasto interno, vasto externo y crural. Se extienden desde el hueso coxal y el fémur hasta unirse en un solo tendón llamado tendón rotuliano, que se inserta en la cara anterior de la epífisis superior de la tibia. La rótula se encuentra en el espesor de este tendón, cerrando por delante la articulación de la rodilla. Realizan la extensión de la pierna.
- Músculos aductores: se insertan en la pelvis en su parte superior y en el fémur en su parte inferior. Realizan la aducción o aproximación del muslo.
- Músculos semimembranoso, semitendinoso y bíceps crural: situados en la cara dorsal del muslo. Se insertan en el isquión y el fémur en su parte superior y en la tibia y el peroné en su parte distal. Flexionan la pierna sobre el muslo.
Músculos de la Pierna
- Tibial anterior: situado en la parte anterior de la pierna, realiza la flexión dorsal del pie (eleva el pie hacia arriba).
- Músculos extensores de los dedos: también situados en la parte anterior de la pierna, extienden los dedos de los pies.
- Gemelos y sóleo: situados en la parte posterior de la pierna. Los dos gemelos y el sóleo forman el músculo tríceps sural. Los gemelos se insertan en la epífisis inferior del fémur, mientras que el sóleo se inserta en la cara posterior de la tibia y el peroné. En su parte inferior, los tres músculos se unen en un tendón común que se inserta en el hueso calcáneo, llamado tendón de Aquiles. Realizan la extensión del pie durante la marcha.
Patologías más Frecuentes del Sistema Músculo-Esquelético
Osteoporosis
La osteoporosis es una enfermedad que pertenece a un grupo más amplio de enfermedades llamadas osteopatías metabólicas. Estas condiciones comparten la característica de que la afectación esquelética está influenciada por alteraciones en los mecanismos que regulan el remodelado óseo. Por lo tanto, son procesos generales que pueden afectar todo el esqueleto, aunque no todos los huesos se vean afectados por igual. Un dolor intenso en la columna vertebral o en el esternón puede ser un signo de advertencia de atrofia ósea, indicando que podría haber una o más vértebras fracturadas.
La osteoporosis se caracteriza por una disminución generalizada de la masa ósea por unidad de volumen, lo que provoca un adelgazamiento de la parte más compacta del hueso y una reducción en el número y tamaño de las trabéculas óseas, aunque el hueso restante sea normal.
Sabías que…?
A mediados del siglo XIX, un patólogo francés observó que algunos pacientes tenían los agujeros de los huesos más grandes de lo habitual y lo llamó Osteoporosis, que literalmente significa huesos porosos. Más tarde, el doctor Albright Fuller descubrió que las mujeres, especialmente las posmenopáusicas, eran más susceptibles a padecer osteoporosis. Este descubrimiento llevó al tratamiento de mujeres con estrógenos para prevenir el avance de la osteoporosis, aunque en esa época era casi imposible detectar la enfermedad en sus primeras etapas.
Artritis
La artritis se puede clasificar según su origen en infecciosa, degenerativa, metabólica o idiopática (de causa desconocida).
Artritis Gotosa
La gota es un trastorno que afecta al metabolismo de las purinas, las cuales provienen de los alimentos y de la descomposición de proteínas orgánicas. Ciertos factores pueden elevar los niveles de ácido úrico en sangre y reducir su excreción. Estos niveles altos de ácido úrico hacen que los cristales se depositen en los cartílagos articulares y en el líquido sinovial, causando inflamación y dolor. Con el tiempo, estos ataques inflamatorios pueden llevar a la absorción ósea, erosión y adelgazamiento del cartílago articular.
Artritis Reumatoidea
La artritis reumatoidea es una enfermedad crónica y sistemática que produce cambios inflamatorios en los tejidos conectivos del cuerpo. Principalmente afecta a las articulaciones periféricas, así como a los músculos, tendones, ligamentos y vasos sanguíneos circundantes. La inflamación crónica destruye progresivamente la articulación y los tejidos circundantes, que son reemplazados por tejido cicatricial. Esto resulta en dolor, rigidez e inflamación en la articulación afectada.
Osteoartritis
La osteoartritis es la forma más común de artritis. Es un trastorno crónico y progresivo que causa el deterioro del cartílago articular y la formación de nuevo hueso en la zona afectada.
Artrosis
La artrosis es la artropatía más común en los países desarrollados. Es importante distinguir entre la artrosis radiológica y la clínica, ya que menos del 50% de las personas con cambios radiológicos presentan síntomas clínicos, y más del 70% de la población mayor de 50 años muestra signos radiológicos.
La artrosis resulta de trastornos mecánicos que desestabilizan el equilibrio entre la degradación y la síntesis de los condrocitos del cartílago articular, la matriz extracelular y el hueso subcondral.
Las manifestaciones clínicas típicas incluyen dolor articular, rigidez, limitación de la movilidad, crepitación y diversos grados de inflamación local o derrame.
Lupus Eritematoso Sistémico
El lupus eritematoso sistémico es una enfermedad reumática crónica y autoinmune de causa desconocida, caracterizada por un conjunto de manifestaciones clínicas asociadas a la presencia de autoanticuerpos.
Es una enfermedad relativamente común, que afecta principalmente a mujeres en edad fértil, aunque también puede presentarse en niños, ancianos y hombres. Tiene una distribución universal, pero parece ser más frecuente y agresiva en personas de raza negra.