Las Buenas Prácticas Ambientales se pueden definir como aquellas acciones que pretenden reducir el impacto ambiental negativo que causan los procesos productivos a través de cambios en la organización de los procesos y las actividades.

 

La implantación de Buenas Prácticas Medioambientales debe ser asumida por la empresa, entendida en su globalidad, previamente a su aplicación. La utilidad de las Buenas Prácticas se debe a su simplicidad y bajo coste, así como a los resultados rápidos que se obtienen, son muy útiles y sencillas de aplicar.

 

Como resultado de la implantación de las Buenas Prácticas se conseguirá:

  • Reducir el consumo y el coste de los recursos (agua, energía, etc.)
  • Disminuir la cantidad de residuos producidos y facilitar su reutilización.
  • Reducir las emisiones a la atmósfera, los ruidos y los vertidos de aguas.
  • Mejorar la competitividad de la empresa.
Mi carrito
El carrito está vacío.

Parece que aún no te has decidido.

Ir al contenido