Relaciones en el Equipo Sanitario

El Grupo de Trabajo

Conceptos

Para considerar a un número de personas como un grupo, deben concurrir ciertos elementos o circunstancias:

  • Decisión Voluntaria y Consciente: Los miembros del grupo deben tener la intención consciente y voluntaria de alcanzar un objetivo común, que se convierte en el fin del grupo.
  • Integración de los Miembros: Todos los miembros deben estar bien integrados, de modo que sus características individuales estén equilibradas para que el grupo sea lo más homogéneo posible.
  • Existencia Propia: El grupo debe tener una personalidad propia distinta a la de sus miembros individuales.

Por lo tanto, se puede definir un grupo como un “conjunto de individuos que actúan integrados hacia la consecución de un fin común”.

Funcionamiento

La dinámica o funcionamiento de un grupo de trabajo puede analizarse desde dos perspectivas:

  • Subjetiva: Incluye factores como la adaptación de carácter entre los miembros para mejorar la integración, identificación completa con el objetivo del grupo, capacidad y eficiencia en la ejecución del trabajo, y entusiasmo frente a los obstáculos y resistencia a la frustración.
  • Objetiva: Requiere las siguientes características en la actividad:
    • Determinación clara y conocida del objetivo para todos los miembros.
    • Descripción de soluciones utilizando las sugerencias y propuestas de los miembros.
    • Decisión final por parte del superior, considerando las sugerencias aportadas.
    • Ejecución de tareas según las funciones de cada miembro, tratando de evitar conflictos entre ellos.

Estas perspectivas aseguran que el grupo funcione de manera cohesiva y eficiente, logrando sus objetivos comunes.

Trabajo en Equipo

Concepto de Equipo

El trabajo en equipo es la forma de funcionamiento ideal que buscan todas las organizaciones modernas. Es fundamental diferenciar claramente los conceptos, ya que el “trabajo en equipo” implica una manera muy específica de desempeñar funciones, que va más allá de simplemente trabajar en grupo o en proximidad unos con otros.

“Grupo” y “equipo” son términos distintos. En el contexto de los trabajadores de la salud, un grupo se refiere a un conjunto de personas que realizan su labor en un espacio o institución sanitaria. Cada uno lleva a cabo su trabajo de manera individual y no depende directamente del trabajo de sus compañeros. Por ejemplo, el grupo de celadores de un determinado centro o el personal de un servicio específico.

Un equipo, en cambio, es un grupo de personas que se organiza para llevar a cabo una actividad con un objetivo claro. Todos los miembros son responsables conjuntamente del trabajo realizado por cada uno. Un ejemplo sería los diferentes miembros de una UCI-móvil.

El equipo se caracteriza por ser un conjunto de personas interrelacionadas que se organizan para realizar una tarea específica, mientras que un grupo es simplemente un conjunto de personas sin un objetivo común ni interrelación.

En un grupo de trabajo, cada miembro puede tener una manera particular de funcionar, mientras que en un equipo se requiere coordinación, estableciendo estándares comunes de actuación. Esto favorece la estrecha colaboración y cohesión entre sus miembros, algo que no se encuentra habitualmente en los grupos de trabajo.

Para que exista un equipo, debe haber un conjunto de personas relacionadas entre sí que trabajen para alcanzar objetivos y metas comunes, convencidas de que estos objetivos se logran mejor trabajando juntas.

La organización en los grupos de trabajo suele ser muy jerárquica, mientras que en los equipos, aunque existen jerarquías, estas se diluyen. Hay un responsable, pero dentro del equipo, todas las categorías laborales funcionan con igualdad, comprendiendo que todas son necesarias para alcanzar su objetivo.

A lo largo de este tema, se pretende aclarar suficientemente estos conceptos e insistir en la importancia de un verdadero trabajo en equipo entre los profesionales de la salud.

La utilidad de los equipos multidisciplinarios parece obvia, pero la experiencia demuestra que, en muchos casos, no se entiende bien su funcionamiento, las ventajas que presentan, ni las dificultades que suelen surgir y que, en la mayoría de los casos, tienen fácil solución. Este desconocimiento a menudo frustra la buena voluntad de muchos grandes profesionales.

Importancia y Utilidad del Trabajo en Equipo

Se ha sabido desde hace mucho tiempo que la capacidad de resolver problemas, especialmente los complejos, es mucho mayor en los equipos que en los individuos trabajando por separado. Como suele decirse: “ninguno de nosotros es tan inteligente como todos nosotros juntos”.

El trabajo en equipo implica que todas las personas involucradas estén orientadas hacia una meta común, logrando la sinergia que les permitirá alcanzar los objetivos más rápido y mejor que si cada uno trabajara de manera independiente. La sinergia es la integración de elementos que da como resultado algo mayor que la simple suma de estos; es decir, trabajando juntos en equipo, somos más eficaces que la suma de nuestros esfuerzos individuales.

Un ejemplo claro es el de una orquesta. El sonido de cada instrumento por separado puede ser agradable, pero no se puede comparar con el resultado que se obtiene cuando todos los instrumentos funcionan juntos y de manera coordinada.

El trabajo en equipo no es simplemente la suma de aportaciones individuales; implica un grupo de personas trabajando de manera coordinada en la ejecución de un proyecto, y el resultado final es responsabilidad de todo el equipo, aunque cada uno desarrolle tareas diferentes.

Un ejemplo de equipo sanitario sería el personal que trabaja en un área quirúrgica. Para que una intervención quirúrgica sea exitosa, se necesita la colaboración de muchos profesionales. Antes del acto quirúrgico, el personal administrativo habrá citado al paciente, el enfermero realizará las pruebas de preanestesia, el celador trasladará al paciente, el personal de limpieza preparará las instalaciones, y el técnico en cuidados auxiliares de enfermería confirmará la existencia y esterilidad del instrumental necesario. Durante el acto quirúrgico, el cirujano, el anestesista, los enfermeros instrumentista y circulante, el auxiliar de enfermería, etc., deben funcionar de manera coordinada realizando tareas específicas. Aunque algunos trabajos requieren más cualificación que otros, es fundamental comprender que todos son necesarios y deben trabajar de manera coordinada para que el equipo funcione correctamente.

La salud de la población es un fenómeno complejo que no puede ser entendido solo desde la perspectiva de un único profesional. Se necesitan diferentes puntos de vista para el análisis y la intervención: médicos, enfermeros, farmacéuticos, psicólogos, fisioterapeutas, auxiliares de enfermería, entre otros. La noción de equipo implica una visión global que se nutre de diferentes perspectivas y el aprovechamiento del talento colectivo, generado por la interacción de cada miembro con los demás.

Todos los miembros de los equipos de salud tienen como objetivo último la mejora de la salud de la población. En esta misión, son interdependientes y cada uno debe valorar los conocimientos y habilidades de los demás. El espíritu de equipo al enfrentar cada nuevo problema debería ser: “Todos nosotros contra el problema, y no los unos contra los otros”. Por esta razón, la decisión de trabajar en equipo va más allá de ser una “imposición de la institución”; debe ser una elección compartida por cada uno de los integrantes.

Utilidad del Trabajo en Equipo

El funcionamiento en equipos ofrece beneficios indiscutibles que pueden ser fácilmente constatados:

  • Reducción de la Carga de Trabajo: Varias personas colaboran, lo que disminuye la carga de trabajo individual.
  • Desarrollo del Respeto y la Escucha: Fomenta un ambiente de respeto y atención mutua.
  • Mejores Resultados: La colaboración, la reflexión y la discusión conjunta generan resultados superiores a los aportes individuales.
  • Mejor Organización: Permite una organización más eficiente.
  • Mejora de la Calidad: Los resultados son de mayor calidad, con una mayor satisfacción percibida por el paciente y su familia.
  • Optimización de Recursos: Se aprovechan mejor los recursos materiales y humanos.
  • Aumento de la Motivación: Los profesionales se sienten más motivados.

Para que un equipo sea eficiente, debe cumplir ciertas características:

  • Complementariedad: Los diferentes miembros deben dominar todas las áreas del proyecto que aspiran a realizar.
  • Coordinación: El grupo debe actuar de manera organizada, con un responsable claro a la cabeza. Es fundamental elaborar protocolos y guías de actuación consensuadas.
  • Valoración: El trabajo de cada miembro debe ser reconocido y valorado por el resto, y al mismo tiempo, debe ser satisfactorio para él mismo. Estas dos características se convierten en el mejor factor motivacional para los individuos y el equipo.
  • Motivación e Incentivación: Acción encaminada a impulsar el comportamiento de otros en una dirección deseada. La motivación tiene dos dimensiones:
    • Motivación Intrínseca: Nace del interior de la persona y busca satisfacer deseos no materiales (autorrealización).
    • Motivación Extrínseca: Proviene de estímulos externos que, en el ámbito laboral, actúan como incentivos para lograr objetivos empresariales y mejores niveles de calidad y eficacia.
  • Comunicación: El trabajo en equipo requiere una comunicación abierta entre todos sus miembros. Es crucial que existan suficientes canales de comunicación para que todos conozcan los objetivos generales que guían su trabajo. Las estructuras muy jerarquizadas dificultan la comunicación, por lo que es conveniente desarrollar un estilo de relación que permita la expresión franca y directa, respetando las funciones de cada uno.
  • Compromiso: Cada miembro debe asumir voluntariamente el compromiso de aportar lo mejor de sí mismo para alcanzar los objetivos del grupo y de la organización en general.
  • Aprendizaje: El aprendizaje colaborativo se caracteriza por la interdependencia positiva entre los participantes, quienes son responsables tanto de su propia formación como de la del equipo en general. Los miembros se necesitan mutuamente y aprenden unos de otros a través de la interacción diaria.
  • Confianza y Empatía: Es importante que exista una buena relación de trabajo y confianza entre los miembros del equipo. Cada persona debe confiar en el trabajo de los demás, lo que lleva a anteponer el éxito del equipo al propio lucimiento personal.
  • Cohesión: Para que un equipo funcione bien, es fundamental que esté cohesionado. La cohesión probablemente surgirá si se cumplen algunas de las características anteriores: si hay confianza y empatía entre los miembros, si pueden comunicarse libremente y se sienten valorados y motivados.

Recuerda

Los conceptos de grupo y equipo son diferentes. En un grupo, cada miembro realiza su trabajo de forma independiente y sin depender directamente del trabajo de sus compañeros. En un equipo, los miembros se organizan para llevar a cabo una actividad con un objetivo común.

Proceso de Integración

Para la integración de equipos de trabajo, debemos considerar la dimensión técnica, social o humana y la estructura organizativa:

Dimensión Técnica

La dimensión técnica de un proyecto abarca los aspectos relacionados con la aplicación de conocimientos específicos para el desarrollo adecuado del proyecto. Por lo tanto, para gestionar un proyecto, tomar decisiones y organizar equipos, el director de proyectos debe tener un buen conocimiento de la materia en la que está trabajando.

Dimensión Humana

La dimensión humana de un proyecto se refiere a la gestión de las personas involucradas, con el objetivo de asegurar que las contribuciones de cada una sean positivas, convergentes y coordinadas. Dado que un proyecto implica una red de relaciones personales con intereses diversos y, a veces, contrapuestos (clientes, jefes de proyecto, especialistas, proveedores, etc.), la gestión de esta dimensión es crucial y puede determinar el éxito o fracaso del proyecto.

Estructura Organizativa

A la hora de constituir un equipo de salud, hay varios factores que, aunque no garantizan el éxito, facilitan su desarrollo:

Número de Participantes: No hay un número ideal para la composición del equipo, pero generalmente se acepta que los grupos deben ser reducidos. La cifra recomendada es alrededor de 10 personas, aunque puede variar según la función del equipo. Un grupo muy pequeño puede carecer de recursos y uno muy grande puede volverse ineficaz.

Participación y Consenso: Es importante mantener una participación equilibrada de todos los miembros, por lo que es preferible un bajo perfil jerárquico que facilite la expresión de todos los puntos de vista. Las reuniones deben ser frecuentes y productivas, fomentando la participación y comunicación de todos los integrantes del equipo.

Objetivos y Reglas Establecidas: Además de los objetivos generales de la institución, el equipo debe definir sus propios objetivos, que deben ser realistas, alcanzables y conocidos por todos. Los procedimientos y guías de actuación, aunque derivan de la institución, deben ajustarse a la realidad del equipo mediante acuerdos. Las reglas de funcionamiento deben ser claras, conocidas y aceptadas por todos los miembros.

Clima Favorable: Para lograr un ambiente de trabajo cordial y transparente, es crucial que los integrantes tengan una actitud positiva hacia el trabajo en equipo. Otros factores como la edad, buena formación y experiencia laboral también pueden influir, aunque en menor medida.

Roles y Responsabilidades: Cada miembro debe ser consciente de sus habilidades, comprender lo que se espera de él y conocer tanto su rol como el de los demás. Es esencial que quien estructura el equipo conozca estas habilidades. Los roles implican responsabilidades, que serán utilizadas para evaluar el rendimiento de los miembros del equipo.

Autoevaluación: Los equipos más eficaces son aquellos capaces de realizar su propia autocrítica. Es necesario que el equipo se examine periódicamente y revise su proceder. Las reuniones de autoevaluación deben formar parte de la planificación de actividades grupales, resaltando tanto los aspectos positivos como los negativos de manera equilibrada.

Estas consideraciones son fundamentales para asegurar una integración efectiva y eficiente de los equipos de trabajo, maximizando su rendimiento y cohesión.

Equipos Multidisciplinares: Ventajas y Dificultades

Términos como “trabajo en equipo” o “equipo multidisciplinar” son comunes en el ámbito sanitario, pero no todos los grupos de profesionales son necesariamente equipos, como mencionamos anteriormente, ni todas las actividades requieren equipos multidisciplinares.

Existen muchas tareas que, debido a su simplicidad, pueden ser realizadas de manera autónoma por un solo profesional. Estas tareas, aunque importantes, no requieren la participación de múltiples personas. Por ejemplo, la unidad de esterilización de instrumental en un hospital generalmente solo necesita uno o varios técnicos en cuidados auxiliares de enfermería que manejan la maquinaria. Es un proceso importante pero simple, que no requiere un equipo específico para su funcionamiento.

Formar y hacer funcionar un “equipo de trabajo multidisciplinar” es una tarea lenta que requiere esfuerzo y dedicación. Esto se reserva para actividades con un nivel de complejidad tan alto que sería imposible para un solo profesional abarcar todos los aspectos. En estos casos, es necesario formar un equipo de especialistas que cubran todas las áreas implicadas.

Un ejemplo claro en el ámbito sanitario son los Equipos de Atención Primaria, que no solo brindan asistencia sanitaria, sino que también se ocupan de la promoción de la salud, la educación sanitaria de la población, los estudios epidemiológicos, etc. Debido a la complejidad de sus objetivos y la diversidad de especialidades involucradas, está justificada la creación de equipos multidisciplinares.

Etapas en la Formación de un Equipo de Trabajo

1. Inicio: Predomina la disposición positiva. Los miembros se sienten entusiasmados con el proyecto y mantienen relaciones cordiales. Se definen las etapas organizativas: sistema de comunicación, objetivo común, plan de actuación y sistema de evaluación.

2. Primeras Dificultades: A medida que la actividad avanza, surgen las primeras dificultades, generando tensión y roces entre los miembros debido a diferentes puntos de vista.

3. Acoplamiento: Con el tiempo, los miembros se ajustan, superando enfrentamientos personales y logrando avanzar con el proyecto.

4. Madurez: El equipo está bien ajustado, controla el trabajo y sus miembros han aprendido a trabajar juntos, evitando herir sensibilidades y siendo muy productivos.

5. Agotamiento: Aunque los equipos pueden ser efectivos durante años, eventualmente puede ser necesario reemplazar a algún miembro debido a cuestiones administrativas, personales o al síndrome de burnout. La incorporación de nuevos miembros, aunque menos traumática en un equipo consolidado, pasa por las mismas etapas iniciales.

El trabajo en equipos multidisciplinares es esencial para asegurar la atención integral de los pacientes en todas sus áreas, ofreciendo un trato de calidad.

Dificultades del Trabajo en Equipos Multidisciplinares

1. Dilución de Responsabilidades: Si la responsabilidad recae sobre todo el grupo, puede haber actividades asistenciales que no se realicen adecuadamente y no se sepa quién es el responsable. Aunque la responsabilidad global es del grupo, debe quedar claro qué profesional se ocupa de cada aspecto.

2. Lentitud en la Respuesta: Las decisiones colegiadas pueden demorar las respuestas necesarias.

3. Diferente Consideración de los Miembros: Aunque todos los miembros del equipo se consideran iguales en la dinámica de funcionamiento, social y administrativamente no es así. Algunas profesiones están mejor remuneradas y consideradas, lo que puede generar conflictos.

4. Actitudes Individuales: El individualismo o la falta de visión de conjunto de uno de los miembros puede afectar el trabajo de todos.

5. Dificultad para Mantener la Cohesión: La cohesión es crucial para la eficiencia del equipo y depende de muchos factores, no surgiendo de manera espontánea.

6. Pensamiento de Equipo: A veces, los equipos desarrollan una visión particular de la realidad, creyendo que solo ellos tienen razón y los demás están equivocados. Este fenómeno es común en equipos sanitarios, que pueden pensar que solo ellos hacen las cosas “bien”.

Estas consideraciones son esenciales para entender las ventajas y desafíos de trabajar en equipos multidisciplinares en el ámbito sanitario.

Roles en el Equipo

Más allá de la distribución oficial de funciones, determinada principalmente por la categoría profesional de cada miembro, en todos los equipos se pueden encontrar diferentes roles (entendidos como funciones o papeles que alguien desempeña dentro de un grupo humano sin haberles sido asignados formalmente). Estos roles pueden ser de gran interés para el grupo o, en ocasiones, dificultar su funcionamiento normal.

Cada miembro del equipo tiende a desarrollar más un tipo de rol que otro, aunque una misma persona puede desempeñar diferentes roles a lo largo del tiempo, e incluso roles opuestos durante una misma jornada. Estos roles se dividen en funcionales y disfuncionales.

Roles Disfuncionales

Los roles disfuncionales son aquellos orientados a la satisfacción de los intereses individuales y suelen reflejar las dificultades del equipo.

  • El Crítico: Es una persona destructiva, todo le parece mal pero no ofrece soluciones. Su presencia suele deteriorar el ambiente de trabajo.
  • El Negativo: Tiene una visión pesimista de todo lo que le rodea. No le gusta lo que se hace, pero tampoco cree que se pueda hacer algo mejor.
  • El Pícaro: Se aprovecha sutilmente de los demás compañeros. Su aporte al equipo es nulo y suele acabar deteriorando el ambiente de trabajo.

Roles Funcionales

Los roles funcionales se dividen en roles de producción y roles de mantenimiento.

Roles Funcionales de Producción: Estos comportamientos contribuyen al desarrollo del grupo y a la productividad.

  • El Iniciador: Siempre dispuesto a probar cosas nuevas. Su presencia puede ser temporal, pero es ideal para implantar nuevos procedimientos.
  • El Activador: Se caracteriza por su dinamismo. Es la persona adecuada para impulsar proyectos que necesiten más energía.
  • El Intelectual: Se interesa por las cuestiones teóricas. Aunque no es especialmente dinámico, ayuda a aclarar ideas y procedimientos.
  • El Colaborador: Siempre dispuesto a ayudar a sus compañeros.

Roles Funcionales de Mantenimiento: Estos comportamientos ayudan a mantener el grupo unido y crean una atmósfera agradable para los miembros.

  • El Empatizador: Tiene facilidad para las relaciones humanas. Es esencial para convertir al equipo en un lugar acogedor.
  • El Gracioso: Aunque sus aportaciones profesionales pueden ser discretas, cumple un papel fundamental al relajar el ambiente y reducir la tensión, lo que contribuye a una mayor cohesión del equipo.
  • El Positivo: Empuja hacia adelante, busca el éxito del equipo y se involucra decididamente en el proyecto; contagia su entusiasmo al resto de los compañeros.

Estos roles son modelos teóricos que difícilmente se encuentran “puros” en la práctica diaria, pero pueden ayudar a comprender la dinámica dentro de los equipos.

Habilidades de Dirección de Grupos

Para dirigir un grupo de manera efectiva, es esencial tener la capacidad de formar y desarrollar un equipo eficaz. Esto no solo implica seleccionar a los miembros del grupo en función de sus conocimientos, capacidades y posiciones, sino también utilizar habilidades necesarias para asegurar que se cumplan las siguientes condiciones:

  • Claridad en Objetivos y Tareas: Todos los miembros deben comprender claramente los objetivos y tareas, y estos deben ser de carácter cooperativo.
  • Compromiso: Los miembros deben estar comprometidos con los objetivos del equipo.
  • Comunicación Abierta: Debe haber una comunicación abierta, precisa y eficaz de ideas y sentimientos.
  • Confianza y Apoyo: Debe existir un alto nivel de confianza, aceptación y apoyo entre los miembros.
  • Aprovechamiento de Capacidades: Deben aprovecharse al máximo las capacidades, conocimientos, experiencia y habilidades de los miembros.
  • Participación Equitativa: La participación debe estar distribuida equitativamente.
  • Manejo Constructivo de Conflictos: Los conflictos deben ser afrontados de manera constructiva.
  • Procedimientos de Toma de Decisiones: Deben existir procedimientos adecuados para la toma de decisiones y solución de problemas.

Para alcanzar estos objetivos, el líder debe llevar a cabo y/o coordinar una serie de funciones y habilidades como: establecer el punto de partida del grupo (planificar), ponerlo en marcha (iniciar), vigilar que vaya por el camino adecuado (controlar), procurar que los miembros mantengan relaciones óptimas (apoyar), distribuir la información necesaria (informar) y comprobar la adecuación del proceso (evaluar).

Tipos de Equipos de Trabajo

Equipo Interdisciplinar

Un equipo interdisciplinar es un grupo de profesionales de diferentes disciplinas que tienen un objetivo común y trabajan juntos para lograrlo, aportando cada uno sus conocimientos teórico-prácticos específicos de su profesión.

Equipo Multidisciplinar

Un equipo multidisciplinar es un grupo de personas con diferentes formaciones académicas y experiencias profesionales, que trabajan en conjunto durante un periodo determinado para alcanzar un objetivo común. En la multidisciplinariedad, muchas disciplinas se concentran en torno a un caso común, pero no se relacionan entre sí, manteniendo sus propias teorías.

Equipo Transdisciplinar

Un equipo transdisciplinar es un grupo de profesionales especializados en diferentes áreas que trabajan de manera conjunta, interactuando, compartiendo información, conocimientos y habilidades, trascendiendo sus propias disciplinas. Esta interrelación de especialistas supone un aprendizaje continuo, elevando el nivel del equipo donde las disciplinas se complementan. En la transdisciplinariedad, lo importante es el problema a resolver, no la disciplina.

Equipo Pluridisciplinar

La pluridisciplinariedad permite el estudio de un objetivo desde varias disciplinas, que pueden colaborar entre sí para obtener un resultado conjunto, aunque cada disciplina mantiene sus propios códigos o leyes.

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