Funciones del Técnico Especialista de Laboratorio (TEL)

Definición del Técnico Especialista de Laboratorio

El Técnico Especialista de Laboratorio (TEL) desempeña un papel fundamental dentro del laboratorio clínico, contribuyendo al análisis y diagnóstico médico mediante su conocimiento técnico y habilidades específicas. Esta profesión requiere un conjunto de actos y competencias propias que le dan identidad y especialización.

Con la evolución de los laboratorios en las últimas décadas, marcada por el incremento en los procedimientos y la automatización, el rol del TEL ha cambiado significativamente. Inicialmente, estos técnicos eran considerados ayudantes de los analistas, aprendiendo directamente en el laboratorio con una formación básica.

En la actualidad, el TEL debe poseer una formación integral en diversas áreas como física, química y fisiopatología, lo que le permite comprender y manejar tanto las técnicas analíticas como los equipos automatizados. Además, debe ser capaz de realizar comprobaciones manuales, validar resultados y generar informes basados en los datos obtenidos.

Su integración en el ámbito hospitalario exige también una colaboración interdisciplinar con otros profesionales del centro sanitario, así como un conocimiento sobre las dinámicas y organización del mismo.


Perfil Profesional del Técnico Especialista de Laboratorio

El perfil profesional del TEL implica un conocimiento exhaustivo del funcionamiento del laboratorio donde trabaja, junto con la capacidad de asistir al analista principal y llevar a cabo funciones específicas asignadas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha definido una serie de características y tareas que forman parte de su perfil profesional:

Funciones Básicas del TEL

1. Realización de tareas cotidianas:

  • Desempeñar las actividades habituales de su área de trabajo con precisión y eficacia.

2. Capacidad para abordar trabajos extraordinarios:

  • Ejecutar tareas no rutinarias siempre que estén dentro de sus competencias técnicas.

3. Participación en la formación de otros profesionales:

  • Colaborar en la capacitación de nuevos técnicos y personal sanitario.

Funciones Específicas del TEL

1. Gestión de muestras:

  • Informar correctamente sobre los protocolos de obtención de muestras.
  • Recoger muestras de acuerdo con su formación y las normativas aplicables.
  • Suministrar material necesario para la toma de muestras a personal sanitario o pacientes.

2. Preparación y control:

  • Preparar y verificar reactivos y medios de cultivo.
  • Elaborar soluciones y suspensiones sencillas.
  • Identificar posibles errores en los resultados obtenidos y ajustar los instrumentos para evitarlos.

3. Mantenimiento del material de laboratorio:

  • Limpiar, conservar y manejar adecuadamente los equipos e instrumentos del laboratorio.
  • Realizar controles de calidad periódicos para asegurar el buen funcionamiento del material.
  • Presentar informes detallados sobre los resultados de los controles de calidad.

4. Gestión de materiales:

  • Realizar pedidos y mantener un inventario actualizado del material del laboratorio.
  • Asegurar el almacenamiento adecuado de los diferentes materiales utilizados.

5. Colaboración en protocolos:

  • Participar en la creación y revisión de protocolos operativos dentro de su ámbito laboral.

Conclusión

El TEL desempeña un papel clave en los laboratorios clínicos modernos, siendo responsable no solo de la ejecución de análisis técnicos, sino también de la gestión de materiales, el mantenimiento de equipos y la formación de otros profesionales. Su capacidad para adaptarse a las necesidades cambiantes del laboratorio y garantizar la precisión de los resultados es esencial para el buen funcionamiento del sistema sanitario.

Áreas de Trabajo en el Laboratorio

En la actualidad, los laboratorios han evolucionado hacia una mayor especialización, adaptándose a las necesidades y avances tecnológicos. Esto ha llevado a la creación de laboratorios especializados en pruebas concretas, mientras que los laboratorios que abarcan todas las áreas son cada vez menos frecuentes.

En los hospitales, los laboratorios pueden ocupar amplias áreas o incluso edificios completos destinados al análisis de distintos parámetros. Sin embargo, hay pruebas que solo se realizan en laboratorios muy especializados. Los laboratorios pequeños, por su parte, suelen estar divididos por especialidades como hematología, bioquímica y microbiología, pero también cuentan con zonas comunes para todas las áreas.

A continuación, se describen las principales zonas que suelen encontrarse en cualquier laboratorio, independientemente de su tamaño.


Zona de Recepción de Muestras

Esta área está destinada a recibir las muestras y, en algunos casos, a atender a los pacientes. Normalmente se encuentra en una ubicación accesible tanto desde el hospital como desde el exterior. En algunos hospitales modernos, las muestras llegan a través de un sistema de tubos de vacío, lo que facilita el transporte de elementos entre diferentes áreas del hospital y el laboratorio. Este sistema también permite enviar resultados o materiales, como tubos vacíos, a las plantas hospitalarias.

En otros casos, personal especializado es el encargado de transportar y entregar las muestras directamente al laboratorio. Algunas muestras, como las destinadas a microbiología, requieren ser transportadas manualmente debido a su sensibilidad y no pueden enviarse por sistemas automatizados.

En esta zona, un profesional se encarga de aceptar o rechazar las muestras según ciertos criterios:

  • Si la solicitud de análisis no está correctamente cumplimentada.
  • Si la petición no está firmada o no es válida.
  • Si la muestra no está en el recipiente adecuado para la prueba.
  • Si no contiene la cantidad suficiente para realizar el análisis.
  • Si las condiciones de recogida no han sido las correctas (como ayuno, higiene, etc.).
  • Si presenta defectos visibles, como coagulación o problemas en el cierre del recipiente.

Una vez aceptada, la muestra se registra con un código único y se envía a la zona de análisis correspondiente.


Zona de Conservación de Muestras Restantes

Tras el análisis, el sobrante de la muestra se conserva durante un tiempo determinado según el protocolo establecido para cada tipo de muestra (sangre, orina, etc.). Este almacenamiento permite evitar que se tenga que volver a tomar muestras al paciente en caso de necesitar análisis adicionales.

Por ejemplo, si un médico solicita posteriormente un análisis de triglicéridos tras haber realizado uno de colesterol, el laboratorio puede usar el suero conservado del paciente sin necesidad de una nueva extracción. Además, si se detectan resultados inusuales, las muestras almacenadas pueden ser utilizadas para repetir las pruebas y confirmar los resultados antes de informar al médico.


Zona de Almacenamiento de Material

Dependiendo del tamaño y la especialización del laboratorio, las áreas de almacenamiento pueden tener diferentes configuraciones. En algunos casos, existe un almacén central y pequeñas zonas de almacenamiento en cada área específica del laboratorio para satisfacer las necesidades diarias.

El material almacenado incluye tanto equipos genéricos como específicos para cada especialidad. Algunos materiales comunes en todos los laboratorios son:

  • Matraces.
  • Portaobjetos y cubreobjetos.
  • Varillas.
  • Agua destilada.

Cada laboratorio también tendrá materiales específicos según su especialización, como reactivos o equipos especializados.


Conclusión

Los laboratorios clínicos están organizados en áreas clave que aseguran un funcionamiento eficiente. Estas áreas incluyen la recepción de muestras, la conservación de restos para análisis adicionales y el almacenamiento de materiales necesarios para el trabajo diario. La especialización y la correcta organización son esenciales para garantizar resultados fiables y de calidad, reduciendo molestias innecesarias para los pacientes y optimizando los recursos disponibles.

Zona de Gestión de Residuos

Muchas muestras de laboratorio contienen líquidos biológicos que pueden ser contaminantes debido a su origen en personas con enfermedades. La eliminación de estos residuos se aborda de manera detallada en un apartado específico, que trata este tema en profundidad.


Zona de Investigación

La mayoría de los laboratorios de gran tamaño incluyen una sección dedicada a la investigación, donde se desarrollan estudios relacionados con nuevas técnicas, tratamientos antimicrobianos y otras innovaciones científicas.


Zona de Hematología

La hematología es la especialidad médica que se centra en el estudio de la sangre y sus componentes. En esta área del laboratorio se realizan pruebas específicas para evaluar el estado de la sangre y, a partir de estas, obtener información sobre la salud general del paciente. Las pruebas más comunes incluyen:

  • Recuento de los diferentes tipos de células sanguíneas.
  • Análisis de características generales de la sangre, como hematocrito, volumen corpuscular medio (VCM), y concentración corpuscular media de hemoglobina (CCMH).
  • Evaluación de la velocidad de sedimentación globular (VSG).
  • Pruebas de coagulación.
  • Diagnóstico de enfermedades de la sangre, como anemias, leucemias y talasemias.
  • Análisis de hemoglobinas.
  • Determinación de grupos sanguíneos.
  • Identificación y clasificación de transfusiones.

En laboratorios pequeños, el área de hematología se organiza de manera flexible según el espacio disponible. Por otro lado, los laboratorios más grandes disponen de una zona exclusiva para hematología, subdividida en áreas específicas como recuento celular, tinciones y pruebas de coagulación.


Laboratorio de Bioquímica

La bioquímica estudia los compuestos químicos que forman parte de los seres vivos, como oxígeno, hidrógeno, carbono y nitrógeno. Estos elementos se combinan para crear estructuras más complejas conocidas como principios inmediatos, que pueden ser orgánicos (glúcidos, proteínas, lípidos) o inorgánicos (agua, sales minerales).

El laboratorio de bioquímica se encarga de analizar estas estructuras químicas en el cuerpo humano para determinar si sus niveles son normales. Es crucial que la solicitud de análisis esté correctamente cumplimentada, ya que factores como la edad, el embarazo u otros procesos pueden influir en los resultados. En caso de solicitudes incompletas, se suele contactar con el médico responsable antes de rechazar la muestra.

La zona de bioquímica puede formar parte de un laboratorio general o ser una unidad independiente. En este último caso, puede subdividirse en áreas específicas, como la de determinación de iones, anticuerpos o proteínas. En algunos casos, el laboratorio de bioquímica incluye una sección dedicada a pruebas inmunológicas.


Laboratorio de Microbiología

El diagnóstico de enfermedades infecciosas se basa en la evaluación de síntomas clínicos y en la detección de los agentes causantes de estas enfermedades o de las respuestas inmunológicas que han desencadenado. El diagnóstico clínico puede ser orientativo, pero el laboratorio es el encargado de confirmar la causa específica. Este tipo de diagnóstico debe realizarse con rapidez para evitar consecuencias negativas tanto para el paciente como para la comunidad, ya que el individuo puede ser una fuente de contagio.

Los laboratorios de microbiología son responsables de estos análisis, que pueden incluir el estudio de bacterias, virus y parásitos. Según sus características, esta área puede estar integrada en el laboratorio general o funcionar como una unidad independiente. Dado el riesgo de contagio, las instalaciones deben cumplir con estrictas normas de higiene y seguridad.

Generalmente, los laboratorios de microbiología se dividen en secciones como virología, parasitología y bacteriología. Cada sección puede incluir subzonas dedicadas a técnicas específicas, como tinciones, siembra o cultivo, siempre con las condiciones adecuadas para garantizar la seguridad y protección del personal.

Competencias Profesionales, Personales y Sociales

El título de Técnico Superior en Laboratorio Clínico y Biomédico incluye una serie de competencias que garantizan el adecuado desempeño en su ámbito profesional. Estas capacidades abarcan tanto habilidades técnicas como destrezas sociales y personales, necesarias para un desempeño eficiente y ético. Entre las competencias destacadas se encuentran:

1. Organización y gestión del área de trabajo: El profesional debe planificar y controlar los recursos disponibles, gestionando las existencias y los procedimientos según lo establecido.

2. Obtención y distribución de muestras biológicas: Es fundamental seguir protocolos específicos para obtener y distribuir muestras, asegurando su conservación adecuada durante todo el proceso.

3. Garantía de calidad en los procesos: Asegurar que los procedimientos cumplan con los estándares establecidos para garantizar la trazabilidad de las muestras.

4. Mantenimiento y verificación de equipos: Comprobar que los equipos funcionan correctamente aplicando protocolos de calidad y seguridad.

5. Procesamiento y acondicionamiento de muestras: Realizar técnicas preanalíticas para preparar las muestras siguiendo los estándares establecidos.

6. Evaluación de resultados analíticos: Verificar la coherencia y fiabilidad de los resultados obtenidos, utilizando herramientas informáticas específicas.

7. Análisis genético y cultivos celulares: Aplicar técnicas específicas siguiendo los procedimientos establecidos.

8. Determinaciones bioquímicas: Realizar análisis bioquímicos según los protocolos y estándares de calidad.

9. Análisis microbiológicos: Llevar a cabo pruebas microbiológicas asegurando el cumplimiento de las normas de seguridad.

10. Aplicación de técnicas inmunológicas: Seleccionar y utilizar procedimientos inmunológicos adecuados según la prueba requerida.

11. Análisis hematológicos: Realizar estudios de parámetros relacionados con la sangre conforme a las directrices establecidas.

12. Cumplimiento de normativas ambientales y de seguridad: Asegurar que el trabajo se realiza respetando las normas de protección ambiental y personal.

13. Adaptación al cambio: Mantenerse actualizado en conocimientos científicos, técnicos y tecnológicos mediante la formación continua y el uso de tecnologías de la información.

14. Resolución de problemas: Actuar con autonomía, creatividad e iniciativa para resolver situaciones o conflictos en el ámbito laboral.

15. Gestión de equipos: Organizar, coordinar y liderar equipos de trabajo de forma responsable, asegurando el uso eficiente de los recursos y resolviendo conflictos grupales.

16. Comunicación eficaz: Relacionarse con compañeros, superiores, clientes y colaboradores de manera efectiva, respetando la autonomía y habilidades de los demás.

17. Creación de entornos seguros: Garantizar la seguridad en el desarrollo del trabajo y en el entorno laboral mediante la supervisión de medidas preventivas.

18. Supervisión de calidad y accesibilidad: Aplicar y supervisar procedimientos relacionados con la calidad y la accesibilidad en los servicios.

19. Iniciativa empresarial: Desarrollar habilidades para gestionar una pequeña empresa con responsabilidad social.

20. Cumplimiento ético y social: Respetar los derechos y responsabilidades profesionales, aplicando principios éticos y participando activamente en la vida social y económica.


Datos de Interés

El título de Técnico Superior en Laboratorio Clínico y Biomédico tiene una duración total de 2.000 horas de formación, lo que asegura una preparación integral tanto en habilidades técnicas como en competencias sociales y personales.

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